El 12 de mayo de 1261, tras ser capturado por el shogunato y exiliado a Itō, el venerable Nichiren fue entregado al cuidado de Itō Hachirōzaemon, el gobernador local. Bajo órdenes del shogunato, Hachirōzaemon prohibió que nadie ayudara o protegiera al venerable Nichiren. En esta escena, se muestra al venerable Nichiren dejado atrás por los oficiales del shogunato en la Roca de la Mesa (Makura-ishi), siendo rescatado por un pescador llamado Yasaburō, quien, a pesar de las órdenes del gobernador, lo acogió y lo protegió junto con su esposa.