Durante los 20 días que el venerable Nichiren estuvo retenido en la región de Aiko, muchos de sus discípulos, incluido Nichirō, fueron arrestados. Los conspiradores que habían fracasado en su intento de ejecución decidieron tomar represalias, usando los nombres de los discípulos y seguidores de Nichiren para cometer incendios, asesinatos y robos en Kamakura, y así inculparlos falsamente. Esta escena muestra a Nichirō, encarcelado en un calabozo, leyendo una carta enviada por el venerable Nichiren.