El 14 de febrero del undécimo año de Bun'ei (1274), el regente Hōjō Tokimune decidió conceder el perdón al venerable Nichiren, y envió la noticia a través de su discípulo Nichirō, quien se encargó de llevarla hasta Sado. Sin temer los peligros del camino, Nichirō cruzó altas montañas y un vasto mar hasta llegar a la ermita de Nichiren en la noche del 8 de marzo. Esta escena describe a Nichirō apresurándose por el sendero montañoso cubierto de nieve, llevando consigo la carta de perdón para entregarla al venerable Nichiren.