En noviembre del octavo año de Bun'ei (1271), el venerable Nichiren fue exiliado a Sado y comenzó una vida severa en el templo de Tsukahara. Aquellos que se oponían a sus fuertes críticas hacia otras sectas budistas, como el monje Abutsu-bō, eran numerosos en ese lugar. Sin embargo, Abutsu-bō fue refutado por Nichiren y finalmente se convirtió en su seguidor. Esta escena describe cómo Abutsu-bō y su esposa Chinnichi-ni, llevando ofrendas, caminan a través de la nieve intensa para visitar al venerable Nichiren.