Nadie dejará de alcanzar la Budeidad
El Buda Shakyamuni, cuando aún era un ser humano común que observaba el precepto de no decir mentiras, fue sometido a innumerables sufrimientos: le arrancaron los ojos, le arrancaron la piel, le desgarraron la carne, le chuparon la sangre, le secaron los huesos, mataron a sus hijos y le arrebataron a su esposa.
Sin embargo, durante esos incontables kalpas, ni una sola vez dijo una mentira.
Y cuando, como resultado del mérito que había acumulado, se convirtió en un Buda, declaró solemnemente que “nadie dejará de alcanzar la budeidad”¹.
Es decir, enseñó que quienes pronuncien siquiera una vez las palabras Nam-myoho-renge-kyo, sin excepción, alcanzarán la budeidad.
Esta afirmación fue hecha únicamente por el Buda Shakyamuni, pero ciertamente no puede caber duda alguna: ¿cómo habría podido mentir en presencia de los Budas de las diez direcciones?
Además, el Buda Shakyamuni y los Budas de las diez direcciones extendieron al mismo tiempo sus lenguas hasta el cielo de Brahmā², como prueba de que lo que él enseñó es absolutamente verdadero.
Fondo
Se desconoce la fecha y el destinatario de este fragmento de una carta de Nichiren Daishonin.
El texto se centra en la confiabilidad del Buda Shakyamuni, destacando su proclamación en el capítulo “Medios Convenientes” (capítulo 2) del Sutra del loto:
> “Si hay quienes escuchan la Ley, entonces nadie dejará de alcanzar la Budeidad”.
Nichiren interpreta que "escuchar la Ley" equivale a "pronunciar una sola vez Nam-myoho-renge-kyo".
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Notas
1. Sutra del loto, capítulo 2.
2. Esta escena aparece en el capítulo 21 del Sutra del loto, y simboliza la validación solemne y universal de la enseñ
anza del Sutra por todos los Budas.