Nota de los editores.

- Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho

16 de febrero de 2024

Tomo 1 - La enseñanza para el Último Día



He recibido el to de arroz pulido, una abundante cantidad de taros1 y los cinco trozos de konnyaku2 que usted tuvo la gentileza de enviarme.

Antes que nada, he recibido con frecuencia cartas de la joven dama, hija del sacerdote laico Ishikawa no Hyoe; y en una que me llegó la noche del decimocuarto o decimoquinto día del tercer mes, leo lo siguiente: «Cuando observo a mi alrededor, me parece que ni siquiera las personas sanas podrán sobrevivir este año. Aunque llevo largo tiempo enferma, he empeorado en forma repentina, y me imagino que esta será la última carta que habré de escribirle». ¿Entonces, finalmente, la joven falleció?

La mayoría de las personas creen que quienes invocan Namu-Amida-butsu en el momento de la muerte renacerán sin falta en la Tierra Pura, pues tales son las palabras de oro del Buda. Por alguna razón, sin embargo, el Buda lamentó haberlo dicho y se retractó al anunciar: «[En estos más de cuarenta años,] todavía no he revelado la verdad»,3 y «Descartando honestamente los medios hábiles, [predicaré sólo el Camino insuperable]».4 He venido enseñando tal como el Buda instruyó, pero todos en el Japón me hacen blanco de su furia y declaran que mis palabras son falsedades sin fundamento.

En más de una ocasión, el Buda cambió inesperadamente alguna de sus enseñanzas anteriores. En los sutras del Hinayana, enseñó que no había más Buda que él mismo en cualquiera de las diez direcciones, y que los seres vivos no poseían la naturaleza de Buda. Pero en los sutras del Mahayana, enseñó que había budas a lo largo y a lo ancho de las diez direcciones, y que la naturaleza de Buda existía en cada ser vivo. ¿Cómo es posible que alguien siga empleando los sutras del Hinayana? A partir de esa declaración, todos comenzaron a creer en los sutras del Mahayana.

Además vemos que, en los sutras, existen distinciones aun más insondables establecidas por el buda Shakyamuni. En el Sutra del loto, refutó en forma repentina todos los demás sutras que había predicado, predicaba en ese momento y predicaría en el futuro, y declaró que sólo el Sutra del loto era verdadero. Pero sus discípulos no le creyeron. En ese momento, el buda Muchos Tesoros se presentó como testigo de lo que el buda Shakyamuni había dicho, y los budas de las diez direcciones añadieron su propio testimonio extendiendo sus lenguas hasta el cielo de Brahma.

Habiendo cerrado Muchos Tesoros la puerta de la Torre de los Tesoros y habiendo retornado los demás budas a sus tierras originales, Shakyamuni ya no habría tenido forma de refutar el Sutra del loto, ni siquiera exponiendo incalculables p.946otros sutras, porque todos los demás budas se habían congregado para afirmar esa verdad. Por dicha razón, en el Sutra Sabio Universal y en el Sutra del nirvana, que siguen en orden al Sutra del loto, este no recibe menosprecio, sino alabanzas.

Sin embargo, el Sutra del loto ha sido repudiado por sacerdotes de la escuela Palabra Verdadera como Shan-wu-wei y por los fundadores de la escuela Zen; hoy, toda la nación japonesa abraza la fe en las enseñanzas de esas personas, al igual que aquellos que fueron engañados por los rebeldes Masakado y Sadato. El Japón está al borde de la ruina, porque durante muchos años ha sido enemigo acérrimo de ShakyamuniMuchos Tesoros y los budas de las diez direcciones; y por si eso fuera poco, la persona que denuncia esos errores es perseguida. Puesto que estas faltas se van acumulando una sobre otra, pronto nuestra nación incurrirá en la ira de los cielos.

Tal vez a causa de su karma de existencias pasadas o por alguna otra razón, esta mujer entonó Nam-myoho-renge-kyo en el momento de su muerte. Y esto es algo más infrecuente aún que la posibilidad de que una tortuga tuerta encuentre a la deriva un tronco de sándalo con un hueco del tamaño justo donde poder guarecerse; o de que alguien consiga enhebrar una aguja clavada en la tierra con un hilo lanzado desde el cielo. ¡Qué portentoso!

Los pasajes del sutra sostienen con claridad que quienes creen en el Nembutsu se condenan a caer en el infierno del sufrimiento incesante; pero, como la gente no se da cuenta de ello, todos creen que esa afirmación es algo que yo invento. Esto me hace pensar en el dicho que afirma que el cielo y nuestras pestañas son iguales: las personas no pueden ver sus propias pestañas, que están tan cerca, ni ven tampoco el cielo distante.5 Si mis enseñanzas fueran falsas, seguramente la monja laica no habría mostrado una actitud tan correcta y rotunda en el momento de la muerte.

Aquellos de mis discípulos que cometen errores son, precisamente, los que se creen muy versados en el budismo. Nam-myoho-renge-kyo es el corazón del Sutra del loto. Es como el alma de una persona. Reverenciar de la misma manera otra enseñanza es como si una soberana estuviera casada con dos emperadores o furtivamente cometiera adulterio con un ministro o un individuo humilde. Sólo podría traer consecuencias desastrosas.

Esta enseñanza no fue propagada en el Primer Día o en el Día Medio de la Ley, porque los otros sutras no habían perdido aún su poder de brindar beneficios. Ahora, en el Último Día de la Ley, ni el Sutra del loto ni los demás sutras conducen a la iluminación. Sólo Nam-myoho-renge-kyo lo hace. No se trata de una opinión personal. ShakyamuniMuchos Tesoros, los budas de las diez direcciones y los bodhisattvas que emergieron de la tierra, numerosos como las partículas de polvo de mil mundos, así lo han determinado. Mezclar otras prácticas con Nam-myoho-renge-kyo es un grave error. Una lámpara es inútil cuando sale el sol. ¿Para qué sirven las gotas de rocío cuando cae la lluvia? ¿Acaso se podría alimentar a un recién nacido con algo que no fuese leche materna? Cuando existe un buen medicamento, no hace falta ningún otro remedio. De alguna manera, esta mujer se mantuvo fiel a este principio y conservó su fe hasta el último instante de su vida. ¡Cuán admirable y valioso!


Con mi profundo respeto,


Nichiren


En el primer día del cuarto mes del primer año de Koan (1278).

 

Respuesta a Ueno


p.947Antecedentes


Esta carta, escrita en Minobu, fue dirigida a Nanjo Tokimitsu, un fiel seguidor del Daishonin que era administrador de la aldea de Ueno, en la provincia de Suruga. Nichiren Daishonin le agradece a Tokimitsu todos los alimentos que este le ha enviado y manifiesta su aflicción por la muerte de la hija del sacerdote laico Ishikawa no Hyoe. Ishikawa era el administrador de Omosu, poblado del distrito Fuji, en la provincia de Suruga. Su esposa era hermana mayor de Nanjo Tokimitsu, y es probable que haya abrazado la fe en las enseñanzas del Daishonin a través de esa relación. De modo que la hija que había fallecido era sobrina de Tokimitsu.

En esta carta, Nichiren Daishonin declara que la enseñanza que permite a todas las personas lograr la Budeidad en el Último Día de la Ley no es en rigor el Sutra del loto, sino Nam-myoho-renge-kyo, implícito en el capítulo «Duración de la vida» de ese sutra.


Notas


1. Especie de ñame comestible de origen asiático.

2. Alimento de consistencia gelatinosa, elaborado a partir de la raíz de la planta konnyaku. Se cree que elimina sustancias tóxicas del cuerpo.

3. Sutra de los infinitos significados.

4. Sutra del loto, cap. 2.

5. Esta afirmación se basa en un pasaje de Gran concentración e introspección que describe la ignorancia de la gente común.