El Buda, que es realmente digno de respeto, jamás juzga las ofrendas por su cantidad. En el pasado, el niño Virtud Triunfal ofrendó al Buda un pastel de lodo y renació luego como el rey Ashoka, que gobernó todo Jambudvipa. Una mujer pobre se cortó el cabello y lo vendió para comprar aceite [para el Buda],2 y ni siquiera los vientos que soplaban desde el monte Sumeru pudieron extinguir la llama de la lámpara que ese aceite alimentó. En consecuencia, las dos y tres sartas de monedas que usted ofrendó son superiores, incluso, a las del gobernante del Japón, quien podría erigir y obsequiar a su país una pagoda adornada con las siete clases de tesoros, tan alta que llegase hasta el cielo de las treinta y tres deidades.
Un solo ideograma del Sutra del loto es como la tierra grandiosa, que da origen a todas las cosas. Un solo ideograma es como el gran océano, que contiene las aguas de todos los ríos. Un solo ideograma es como el sol y la luna, que iluminan los cuatro continentes en toda su extensión.
Este solo ideograma cambia y [se convierte en la luna. Esta cambia y] se transforma en un buda.3 Las plantas de arroz crecen y producen semillas. Estas cambian y se transforman en tallos; estos se convierten en cereal, que, a su vez, se transforma en un ser humano. Y el ser humano deviene en un buda. Una mujer, al cambiar, se transforma en el ideograma myo, que, a su vez, se convierte en el buda Shakyamuni, sentado en un pedestal de loto. Nam-myoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge-kyo.
Con mi profundo respeto,
Nichiren
A Onichi
Antecedentes
Esta carta fue escrita en Minobu en el tercer año de Koan (1280) a una mujer llamada Onichi-nyo. Aunque no se sabe mucho de ella, el primer párrafo sugiere que tenía cierta relación con Nissho, uno de los primeros discípulos del Daishonin.
Este cita las historias del niño Virtud Triunfal y de la mujer pobre que vendió su cabello para comprar aceite, con el propósito de elogiar las ofrendas de Onichi-nyo, que, sin ser muchas, brillaban por su sinceridad. Luego, le explica el gran poder que tiene Nam-myoho-renge-kyo, que permite a todas las personas manifestar la Budeidad.
p.1136Notas
1. Ben-bo es otro de los nombres con que se conoce a Nissho (1221-1323), quien llegó a ser uno de los seis principales sacerdotes discípulos y fue el primer prelado que se convirtió a las enseñanzas del Daishonin.
2. Esta historia aparece en el Sutra sobre la profecía de iluminación al rey Ajatashatru. La versión aquí narrada es distinta en algunos detalles. Según el sutra, había una anciana en Magadha que, dada su extrema pobreza, siempre había tenido el deseo frustrado de realizar ofrendas al Buda. Un día, supo que el rey Ajatashatru ofrendaría al Buda una gran cantidad de aceite para lámparas. Impresionada, salió a mendigar, pero el dinero que obtuvo le permitió comprar aceite para una sola lámpara. Todas las ofrendadas por el rey Ajatashatru finalmente se apagaron, pero la de ella continuó ardiendo la noche entera.
3. En el texto en japonés, el pasaje dice: «Este solo ideograma cambia y se transforma en un buda». En este contexto, la interpretación, referida a la luna, refleja el manuscrito original del Daishonin.