Nota de los editores.

- Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho

11 de febrero de 2024

Tomo 1 - Enseñanza, práctica y prueba



Durante los dos mil años de los días Primero y Medio de la Ley, los que basaban su fe en el Hinayana o el Mahayana provisional y practicaban con sinceridad las enseñanzas podían obtener, de manera general, el beneficio de la iluminación. Sin embargo, aunque hayan pensado que ese beneficio provenía directamente de los sutras en los que habían elegido creer, desde el punto de vista del Sutra del loto las enseñanzas provisionales jamás dieron origen a beneficio alguno. La razón [por la cual todas esas personas pudieron lograr la iluminación] es que habían establecido un vínculo con el Sutra del loto durante la existencia del Buda. No obstante, los resultados fueron variando de persona a persona, según el grado de madurez de su aptitud receptiva. Aquellos cuya capacidad de comprender el Sutra del loto era plenamente madura lograron la iluminación durante la existencia del Buda, mientras que aquellos de capacidad inferior o inmadura [no pudieron iluminarse en ese momento pero] reaparecieron en el Primer Día de la Ley. Estos, abrazando las enseñanzas del Mahayana provisional —⁠como el Sutra Vimalakirti, el Sutra Excelente Pensamiento de Brahma, el Sutra de la meditación, el Sutra de los reyes benevolentes y el Sutra de la sabiduría⁠—, obtuvieron la misma prueba de iluminación que habían tenido otros de capacidad superior, durante la existencia del Buda.

Vemos así que en el Primer Día de la Ley había enseñanza, práctica y prueba, mientras que en el Día Medio de la Ley, había enseñanza y práctica, pero no prueba. Ahora que estamos en el Último Día, sólo queda la enseñanza, pero no hay práctica ni prueba. No queda una sola persona que haya establecido relación con el buda Shakyamuni; los que tenían capacidad de obtener la iluminación mediante los sutras del Mahayana, provisional o verdadero, han desaparecido hace largo tiempo. En esta época impura y maligna, es Nam-myoho-renge-kyo del capítulo «Duración de la vida», corazón de la enseñanza esencial, la semilla de la Budeidad que debería plantarse desde el comienzo en el corazón de todos aquellos que cometen las cinco faltas capitales y que denigran la enseñanza correcta. Es lo que indica el capítulo «Duración de la vida» con las palabras: «Aquí os dejo este buen medicamento. Debéis tomarlo y no preocuparos pensando que no os curará».

Mucho tiempo atrás, en el Día Medio de la Ley del buda Rey del Sonido Imponente, ni una sola persona conocía los tres tesoros. Sin embargo, apareció el bodhisattva Jamás Despreciar y puso en conocimiento de todos los seres vivos la enseñanza de veinticuatro ideogramas que había expuesto el buda Rey del Sonido Imponente. Y todos los que p.496escucharon esa enseñanza de veinticuatro caracteres, sin excepción, luego renacieron junto al bodhisattva Jamás Despreciar y pudieron, finalmente, obtener el beneficio de la iluminación. Esto fue posible sólo porque ya habían recibido las semillas de la Budeidad cuando escucharon la enseñanza por primera vez. Lo mismo ocurre en nuestra era actual. La época del bodhisattva Jamás Despreciar fue el Día Medio de la Ley, mientras que la nuestra es el Último Día. Él fue un practicante en el nivel inicial del regocijo, pero yo, Nichiren, soy un practicante común, en el nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad. Él sembró las semillas de la Budeidad en veinticuatro ideogramas, mientras que yo lo hago con los cinco caracteres [de Myoho-renge-kyo]. Aunque las épocas son distintas, el proceso por el cual se logra la Budeidad es el mismo.1

Pregunta: Ha mencionado usted que la enseñanza, la práctica y la prueba no están todas presentes en los tres períodos —⁠los días Primero, Medio y Último de la Ley⁠—. En tal caso, ¿cómo explica esta frase del gran maestro Miao-lo: «El comienzo del Último Día de la Ley no carecerá de beneficios invisibles, pues este es el momento en que se propagará la gran enseñanza»?2

Respuesta: El significado de este pasaje es que los beneficios obtenidos por las personas durante los días Primero y Medio de la Ley eran visibles, porque, en última instancia, había madurado la relación entablada con el Sutra del loto en vida del Buda. Por otro lado, los que hoy nacen en el Último Día de la Ley reciben las semillas de la Budeidad por primera vez; por lo tanto, su beneficio es invisible. La enseñanza, la práctica y la prueba de esta época son muy distintas de las que brindan el Hinayana, el Mahayana provisional, las enseñanzas anteriores al Sutra del loto o la enseñanza teórica del Sutra del loto. Hoy no hay nadie que pueda obtener beneficios [como en los días Primero y Medio de la Ley]. De acuerdo con el comentario de Miao-lo, los beneficios del Último Día son invisibles, y por eso las personas no pueden percibirlos ni entenderlos.

Pregunta: ¿Hay alguna cita de los sutras que diga que los beneficios invisibles se limitan al Último Día de la Ley?

Respuesta: Una frase del capítulo «Rey de la Medicina», en el séptimo volumen del Sutra del loto, afirma: «Este sutra proporciona un buen remedio para los males del pueblo de Jambudvipa. Si una persona enferma puede escuchar este sutra, su enfermedad será erradicada y no conocerá la vejez ni la muerte». El gran maestro Miao-lo dice: «Considerar el último período de quinientos años después de la muerte del Buda como una época en que nadie puede lograr beneficios es un punto de vista superficial. El comienzo del Último Día de la Ley no carecerá de beneficios invisibles, pues este es el momento en que se propagará la gran enseñanza. El último período de quinientos años corresponde a esa época».3

Pregunta: Los pasajes que ha citado indican que la propagación del Sutra del loto se limita a los primeros quinientos años del Último Día de la Ley. No obstante, los sutras del Mahayana provisional dicen que sus prácticas seguirán siendo apropiadas durante los diez mil años del Último Día de la Ley. ¿Cómo responde a esto?

Respuesta: El comentario que he mencionado afirma que esta interpretación del último período de quinientos años es «superficial». Desde una perspectiva más profunda, el Sutra del loto se propagará durante los diez mil años del Último Día. El gran maestro T’ien-t’ai comenta con estas palabras la cita anterior del sutra: «Los que obtienen grandes beneficios no sólo son las personas que p.497viven durante la existencia del Buda. En el último período de quinientos años, el Camino místico se propagará y beneficiará a la humanidad hasta el lejano futuro».4 ¿Alude este comentario a algo más que a los diez mil años del Último Día de la Ley? En el capítulo «Distinciones de beneficios», en el sexto volumen del Sutra del loto, leemos: «En la época perversa del Último Día de la Ley, si alguien es capaz de mantener este sutra...». Asimismo, leemos en el capítulo «Prácticas pacíficas»: «En el Último Día de la Ley, si alguien desea predicar este sutra...». Estas citas se refieren a [la propagación del Sutra del loto en] los diez mil años del Último Día de la Ley. Todas las enseñanzas del Buda, excepto el Sutra del loto, quedan cubiertas en su declaración: «En estos más de cuarenta años, todavía no he revelado la verdad».5 Además, en ciertos casos se efectuaron revisiones a los sutras debidas al nivel de entendimiento de las personas que los compilaban y, por lo tanto, no son dignos de crédito.

Los estudiosos de las diversas escuelas ignoran que el Buda sembró las semillas de la iluminación cuando expuso el Sutra del loto en el pasado. ¡Qué actitud tan necia! Sin tener conciencia del distante pasado transcurrido hace kalpas numerosos como las partículas de polvo de un gran sistema planetario o hace kalpas numerosos como las partículas de polvo de incontables grandes sistemas planetarios, abandonan la enseñanza maravillosa que es pura y perfecta, y vuelven a hundirse en el mar de las aflicciones del nacimiento y la muerte. Es una lástima indescriptible que, habiendo nacido en una tierra cuyos habitantes están en la plena madurez de su capacidad para recibir la enseñanza perfecta, inútilmente vuelvan a caer en la gran fortaleza del infierno del sufrimiento incesante. No se diferencian de la persona que llega a las montañas K’un-lun, cuajada de piedras preciosas, y regresa a su pobre país sin llevar una sola gema, o del que se interna en un bosque de sándalos pero vuelve a su tierra rocosa y polvorienta sin haber arrancado un solo capullo aromático de champaka.6 En el tercer volumen del Sutra del loto se postula: «Si alguien llegase de una tierra azotada por la hambruna y de pronto se topase con el fastuoso banquete de un Rey...».7 Y en el sexto volumen leemos: «Mi tierra pura no es destruida».8

En su carta menciona una difícil pregunta que le han hecho: si las personas, mediante su práctica de las enseñanzas anteriores al Sutra del loto, pueden acceder al Camino en forma parcial. En respuesta, debe citar el tercer volumen del Sutra del nirvana, allí donde se dice: «Buenos hombres, estudiad y practicad [hasta aprender que los tres tesoros son inseparables y eternos]». Además, cite el tercer volumen de Comentario sobre «Gran concentración e introspección», donde se comenta en estos términos ese pasaje del sutra: «Sólo los que han escuchado las enseñanzas del Mahayana en el remoto pasado [pueden entrar en el Camino mediante la práctica de las enseñanzas del Hinayana]», y «Los que entraron en el Camino mediante la práctica de los diversos sutras expuestos antes que el del Loto pudieron hacerlo sólo porque habían iniciado su práctica en el remoto pasado».9 Así pues, debe dejar claro que las enseñanzas anteriores al Sutra del loto no brindan en absoluto el beneficio de la iluminación. Luego, explique que el mismo principio se aplica en la época de la propagación posterior a la muerte del Buda. Todos los que obtuvieron pruebas de iluminación en los días Primero y Medio de la Ley pudieron lograrlo sólo por la relación que habían entablado con el Sutra del loto durante la existencia del Buda.

Si sus oponentes insisten, una y otra vez, en que las enseñanzas anteriores al p.498Sutra del loto brindan un camino hacia la iluminación, cíteles las propias palabras del Buda en el Sutra de los infinitos significados: «En estos más de cuarenta años, todavía no he revelado la verdad». Las personas comunes como nosotros, en el nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad, sólo podemos lograr la iluminación confiando en las enseñanzas del Buda. Las palabras de los diversos maestros, por sí solas, carecen de todo valor. En el Sutra del nirvana, el Buda advirtió con estricta severidad que no debía seguírselas, cuando expresó: «Seguid la Ley y no a las personas». Recuérdeselo a sus contrincantes y, para refutar sus argumentos, cite en forma reiterada la frase que dice: «Todavía no he revelado la verdad». Sin embargo, no mencione a la ligera pasajes como «Descartando honestamente los medios hábiles, predicaré sólo el Camino insuperable»10 y «El Honrado por el Mundo lleva largo tiempo exponiendo sus doctrinas, y ahora es momento de que revele la verdad».11 Es mejor que mantenga estas enseñanzas en reserva y que nunca las cite sin una buena razón.

Otro difícil punto que menciona es la afirmación de que acceder al Camino significa lo mismo tanto en las enseñanzas anteriores al Sutra del loto como en esta última. La pregunta surge porque el Sutra de la meditación dice que los que confíen en él renacerán en la Tierra Pura. Usted debe responder que en otros sutras también hay afirmaciones semejantes, y volver a citar la enseñanza «En estos más de cuarenta años, todavía no he revelado la verdad», acompañada de otras, como «[El Buda los predica como medios hábiles], y tan sólo emplea nombres y términos provisionales».12 Si siguen alegando que el Sutra de la meditación y el Sutra del loto fueron expuestos durante el mismo período, responda citando el pasaje del capítulo «Maestro de la Ley» en donde el Buda afirma: «De todos los sutras que he predicado, predico y predicaré, este Sutra del loto es lo más difícil de creer y lo más difícil de comprender». También puede citar frases pertinentes del tercer volumen de Profundo significado del «Sutra del loto»,13 o del tercer volumen de Comentario sobre «Profundo significado del “Sutra del loto”».14 Con todo, asegúrese de haber considerado bien dichos sutras y comentarios, y no los mencione irresponsablemente.

En su carta, también hace referencia a los argumentos de la escuela Palabra Verdadera. Primero, pregúnteles en qué frase de las escrituras se basó el gran maestro Kobo para denunciar el Sutra del loto como una doctrina compuesta por teorías pueriles o decir que Shakyamuni todavía está en la región de la oscuridad. Si responden citando algún sutra, pídales que digan cuál de los budas de las tres existencias —⁠pasado, presente y futuro⁠— está representado por Mahavairochana El Que Así Llega. Luego, pregúnteles si tienen conciencia del engaño perpetrado por sacerdotes como los maestros del Tripitaka Shan-wu-wei y Chin-kang-chih. Recuérdeles que Shan-wu-wei engañó al sacerdote I-hsing cuando le dictó su comentario sobre el Sutra Mahavairochana.15 Aunque en este último sutra no aparece ni un solo indicio de la doctrina sobre los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital, esta interpretación falsa que asegura lo contrario fue agregada cuando el sutra se introdujo en la China. Como se refiere a la más perversa de sus distorsiones, pregúnteles si en las enseñanzas de cualquiera de los budas de las tres existencias hay pruebas documentales que autoricen a pisotear la cabeza del buda Vairochana.16 Si replican de una forma u otra, hábleles del Gran Brahmán Arrogante que usó estatuas [de las tres deidades brahmánicas17 y del buda Shakyamuni] como patas de p.499apoyo para su plataforma de ordenación. Sobre otros puntos, vuelva a preguntarles qué sutra o tratado pueden presentar como prueba de sus afirmaciones, y con respecto al resto, debata con ellos como siempre le he enseñado. Sea cual fuere la escuela con la cual se enfrente, si se mencionan las enseñanzas de Palabra Verdadera, claramente refute las ideas distorsionadas de dicha escuela.

A continuación, con respecto a los argumentos de la escuela Nembutsu, el maestro del Dharma T’an-luan define el Nembutsu como el «camino fácil de practicar» y afirma que las prácticas de las demás escuelas son la vía difícil. Tao-ch’o define las doctrinas del Nembutsu como enseñanzas de la Tierra Pura, y el resto, como enseñanzas del Camino SagradoShan-tao distingue entre prácticas correctas y secundarias, mientras que Honen exhorta a las personas a «descartar, cerrar, ignorar y abandonar»18 todos los demás sutras que no guarden relación con la Tierra Pura de Amida. Haga que los que citan estas declaraciones identifiquen con exactitud el sutra o el tratado de los cuales proceden. Por supuesto, hay dos clases de sutras: verdaderos y provisionales. Los tratados también pueden dividirse en dos clases: los que analizan a título general el Hinayana, el Mahayana o el budismo, y los que se refieren a sutras o capítulos específicos. Además, hay tratados que son fieles a los sutras, y otros que los tergiversan. Hay que dominar este tipo de distinciones. Pregúnteles si, en los tres sutras de la Tierra Pura, existe algún pasaje que verifique las aseveraciones antedichas. Todos entonan el Nembutsu y elogian al buda Amida, pero pregúnteles a sus oponentes, como antes, si existe alguna enseñanza que lo fundamente con una sólida base. En síntesis, haga que digan en base a qué sutra o tratado los adeptos de la escuela Nembutsu en la China y en el Japón argumentan que el Sutra del loto es una práctica secundaria y exhortan a la población a descartarlo, cerrarlo, ignorarlo y abandonarlo. Y si no logran citar ninguna frase que convalide claramente estas afirmaciones, dígales que, como expone el capítulo «Parábolas y semejanzas» del Sutra del loto, su grave falta de denigrar la enseñanza verdadera basados en doctrinas provisionales los hará hundirse sin falta en la gran fortaleza del infierno Avichi, donde renacerán una y otra vez durante interminables kalpas. Que los oyentes juzguen por sí mismos cuán grave es la falta que cometen, cuando siguen las doctrinas parciales y erradas de su escuela y olvidan la enseñanza verdadera que todos los budas de las tres existencias corroboraron con sus palabras: «¡Todo lo que has expuesto [buda Shakyamuni] es la verdad!».19 ¿Podría alguien en uso de razón confundir lo verdadero con lo falso? Entonces, denuncie con rigor a los maestros de esa escuela.

¡Cuán infantiles son los que se aferran sólo al tocón de un sutra,20 sin saber, de todo el conjunto de enseñanzas, cuáles son superiores y cuáles inferiores! Pero aunque uno no pueda [leer todos los sutras y] discernirlo por sí solo, no debe dudar de que el Sutra del loto es el único cuya verdad fue corroborada, no sólo por el buda Shakyamuni y el buda Muchos Tesoros, sino también por los budas que son manifestaciones corpóreas de Shakyamuni. Si alguien, así y todo, siguiera pensando que el Sutra del loto es falso y malinterpretara que las palabras del Buda «todavía no he revelado la verdad» significan «ya he revelado la verdad», su visión distorsionada sería inferior a la de una res o una oveja. Exactamente, ¿qué quiere decir la cita del capítulo «Maestro de la Ley» que afirma: «De todos los sutras que he predicado, predico y predicaré, este Sutra del loto es lo más difícil de creer y lo más difícil de comprender»? ¿Acaso el p.500Sutra de los infinitos significados no esclarece que Shakyamuni había enseñado la práctica de las austeridades budistas durante miríadas de kalpas, antes de declarar: «En estos más de cuarenta años, todavía no he revelado la verdad»? Estos pasajes son nada menos que las propias palabras del Buda sobre la superioridad relativa de los muchos sutras que expuso durante sus cincuenta años de instrucción. La superioridad comparativa de sus enseñanzas se evalúa estableciendo si conducen o no al estado de Buda.

Jikaku y Chisho fueron de la idea de que, aunque el Sutra del loto y el Sutra Mahavairochana eran iguales en cuanto a sus principios, el último era superior en cuanto a la práctica. Shan-tao y Honen manifestaron que ninguna otra práctica fuera del Nembutsu se adecuaba a la capacidad de las personas del Último Día. La escuela Zen dice basarse en una transmisión especial separada de los sutras. Sus ideas son desviadas como la vista de la persona que confunde el Este con el Oeste, o que no puede distinguir el Norte del Sur. Su entendimiento es inferior a la de una oveja o una res, y sus enseñanzas son ambiguas como un murciélago [cuyo aspecto es mitad ave, mitad roedor]. ¿Cómo no los aterroriza cuestionar las palabras del Buda que aconsejan: «Seguid la Ley y no a las personas» y «El que no tiene fe en este sutra y, en cambio, actúa contra él, inmediatamente destruirá todas las semillas que le permitirán ser un buda en este mundo»?21 Será que las funciones demoníacas se han apoderado de ellos, o que se embriagaron con el mal licor de la oscuridad interior...

Nada es tan certero como la prueba real. Mire la muerte intempestiva de Shan-wu-wei y el desastre inesperado que afectó a I-hsing, o la forma en que murieron Kobo y Jikaku. ¿Podrían haber encontrado un destino tan atroz si hubiesen sido, en realidad, devotos de la enseñanza correcta? ¿Cómo interpreta usted el Sutra de la meditación sobre las características oceánicas del Buda22 u otras enseñanzas, o el tratado del bodhisattva Nagarjuna23 que describe el estado [de la persona] al morir? El maestro de la meditación I-hsing incorporó los engaños de Shan-wu-wei a su explicación del Sutra MahavairochanaKobo denunció el Sutra del loto diciendo que era una doctrina integrada por teorías pueriles. Jikaku alegó que el Sutra Mahavairochana era igual al Sutra del loto en sus principios, pero superior a este último en cuanto a la práctica. T’an-luan y Tao-ch’o proclamaron que el Nembutsu era lo único que se adecuaba a la capacidad de las personas en el Último Día. Estas ideas son lugares comunes en las falsas enseñanzas de las escuelas fundadas sobre sutras provisionales. Nadie querría morir como esas personas lo hicieron. Diga estas cosas en tono suave pero firme, en voz baja, con mirada serena y expresión mesurada.

En su carta, usted me pregunta cómo abordar las cuestiones referidas al grado de beneficio que brindan las demás enseñanzas salvo el Sutra del loto. En primer lugar, señale que el beneficio de cualquiera de estos sutras es incompleto. Luego, pregunte a sus oponentes si alguno de los sutras en los que se basa su escuela ha sido declarado válido y verdadero por el buda Shakyamuni, por el buda Muchos Tesoros y los budas de las diez direcciones. Diga que nunca oyó tal afirmación, pero que, en cambio, Muchos Tesoros y los budas que eran manifestaciones corpóreas de Shakyamuni se reunieron para testimoniar la veracidad del Sutra del loto. ¿Cómo, entonces, podrían testimoniar en favor de cualquier otro sutra? Un buda jamás afirma dos cosas contrarias. Después, pregunte si hay algún otro sutra que mencione los seis actos difíciles y los nueve actos fáciles. Aunque esto aparezca en algún sutra inventado p.501después de la muerte del Buda, no hay una sola frase o palabra que los mencione, en ninguna otra de las enseñanzas expuestas por el buda Shakyamuni durante sus cincuenta años de prédica. Debe dejar todo esto bien claro.

¿Revelan las otras enseñanzas que el Buda originariamente había logrado la iluminación hace kalpas numerosos como las partículas de polvo de incontables grandes sistemas planetarios? ¿Dicen que los seres humanos se relacionaron con el Sutra del loto cuando este fue expuesto hace kalpas numerosos como las partículas de polvo de un gran sistema planetario? ¿Qué otro sutra enseña que uno puede obtener inconmensurables beneficios con sólo abrigar un instante de comprensión y de fe en él, o que los beneficios incalculables llegan hasta la quincuagésima persona que se regocija al escucharlo? Los demás sutras no otorgan este beneficio ni aun a quienes lo escuchan en primer lugar, o en segundo, tercero o décimo orden, para no hablar del quincuagésimo oyente. Además, no mencionan siquiera uno o dos kalpas extensos como las partículas de polvo; mucho menos, kalpas infinitos como las partículas de polvo de incontables grandes sistemas planetarios o de un gran sistema planetario. Sólo en el Sutra del loto la Budeidad quedó abierta a las personas de los dos vehículos, y una criatura inferior como la hija del Rey Dragón pudo lograr la iluminación sin tener que cambiar de forma física. Todas las demás enseñanzas del Mahayana, como el Sutra de la guirnalda de flores o los Sutras de la sabiduría, omiten exponer estos prodigios. [T’ien-t’ai lo esclareció cuando dijo que] el logro de la Budeidad en los practicantes de los dos vehículos había sido mencionado por primera vez en el Sutra del loto. Podemos estar seguros de que, a diferencia de Kobo o de Jikaku, un hombre ilustre y esclarecido como el gran maestro T’ien-t’ai no podría haber inventado teorías que no se basaran en las palabras o el significado de los sutras. El Sutra del loto predice que el malvado Devadatta logrará la iluminación en una tierra llamada Camino Celestial. Pero ¿qué otro sutra afirma algo semejante? Aun si dejáramos estas cuestiones a un lado, ¿qué otro sutra revela la posesión mutua de los diez estados o enseña que hasta las plantas y los árboles pueden lograr la BudeidadT’ien-t’ai explica que [todas las cosas que poseen color o fragancia son] manifestaciones del Camino Medio, y Miao-lo agrega que las personas se sienten conmocionadas y albergan dudas [cuando escuchan por primera vez la doctrina de que los seres inanimados poseen la naturaleza de Buda].24 ¿Pueden sus interpretaciones ser clasificadas en la misma categoría que las ideas desviadas de Jikaku y de Chisho, que sostienen que el Sutra Mahavairochana es igual al Sutra del loto en sus principios, pero superior en cuanto a la práctica? T’ien-t’ai es uno de los maestros que mantuvo viva la llama del budismo en su trayecto desde la India y la China hasta el Japón. Es el venerable que experimentó una revelación en el monasterio de P’u-hsien;25 también es la reencarnación de un bodhisattva y obtuvo la iluminación mediante su sabiduría inherente. ¿Cómo podría haber formulado interpretaciones que no se basaran en los sutras o tratados?

¿Hay alguna gran cuestión que aparezca en los demás sutras? El Sutra del loto contiene veinte principios sobresalientes. De todos ellos, el más esencial es la revelación del capítulo «Duración de la vida», donde leemos que el Buda obtuvo la iluminación por primera vez hace kalpas numerosos como las partículas de polvo de incontables grandes sistemas planetarios. La gente tal vez se pregunte qué significa esta revelación. Explíqueles que enseña que las personas comunes p.502como nosotros, sumergidas en las aflicciones del nacimiento y la muerte desde el tiempo sin comienzo y que jamás habíamos soñado con alcanzar siquiera la costa de la iluminación, llegamos a ser Los Que Así Llegan, originalmente iluminados y dotados de los tres cuerpos. Es decir, revela el principio supremo de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital. Desde este punto de vista, debe establecer con firmeza que el Sutra del loto es la enseñanza más profunda de todas las predicadas por el Buda.

Este es un punto que puede tratar en debates oficiales, pero no en conversaciones privadas. Si lo menciona en forma indiscriminada a todo el que converse con usted, en cualquier circunstancia o momento, generará una retribución adversa de parte de los budas de las tres existencias. Es la doctrina a la que siempre hice referencia como mi propia comprensión interior.

¿Acaso en el Sutra Mahavairochana se encuentra el menor indicio de esta doctrina? Los tres sutras de la Tierra Pura señalan que han pasado diez kalpas desde que el buda Amida logró la iluminación. ¿Puede esto compararse con la revelación del Sutra del loto antes mencionada? Responda a cada argumento con refutaciones como estas, empleando cada cita en su contexto apropiado. Luego, invite a sus oponentes a detenerse en lo siguiente: precisamente porque el Sutra del loto es tan notable y sublime, Muchos Tesoros llegó desde tan lejos para dar testimonio de su veracidad, y las manifestaciones corpóreas de Shakyamuni acudieron a sumar su propia declaración. Entonces, ShakyamuniMuchos Tesoros y los demás budas testificaron que el sutra estaba libre de toda falsedad y extendieron sus lenguas hasta el cielo de Brahma.26 En ese momento, desde lo profundo de la tierra irrumpieron bodhisattvas numerosos como las partículas de polvo de mil mundos, a quienes se les encomendó en forma específica que transmitieran Myoho-renge-kyo a todos los seres vivos de la tierra de Jambudvipa, en esta última época malvada e impura. Si Shakyamuni rechazó a los ochocientos mil millones de nayutas de grandes bodhisattvas diciéndoles: «¡Deteneos, buenos hombres!», ¿no fue precisamente porque aquellos otros Bodhisattvas [de la Tierra] eran enviados del Buda?27 Si, como suelen hacer los seguidores de escuelas equivocadas, le exigen que mencione pruebas documentales de tales declaraciones, cite el capítulo «Irrumpir de la tierra» del Sutra del loto y el noveno volumen de Palabras y frases del «Sutra del loto», así como el noveno volumen de Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”», que aclaran las tres razones por las cuales fueron rechazados los bodhisattvas de otros mundos28 y las tres razones por las que surgieron los Bodhisattvas de la Tierra.29 Esta es una cuestión de extrema importancia para Nichiren y sus seguidores.

Los adeptos de las otras escuelas tal vez intenten atacarlo citando un pasaje del Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría que afirma: «Si uno denuncia las enseñanzas que siguen otras personas por amor a su propia escuela, aunque uno sea un practicante que observa los preceptos, jamás escapará de los dolores del infierno». Pregúnteles si saben por qué Nagarjuna escribió esta advertencia, y si creen posible que él haya ignorado cuán grave era la falta de transgredir la enseñanza correcta aferrándose a doctrinas provisionales. Señaló: «Los diversos sutras no son enseñanzas secretas; sólo el Sutra del loto es secreto».30 Declaró que únicamente el Sutra del loto era la semilla de la iluminación y la comparó con un gran médico capaz de convertir el veneno en remedio. ¿Es posible que, luego, se arrepintiera de haber dicho tales cosas y escribiese que si uno, por amor a su propia p.503escuela, denunciaba las enseñanzas que seguían otros, se condenaba a caer en los malos caminos? En tal caso, habría incurrido en una directa contradicción con las veraces palabras del Sutra del loto, en que el Buda dice: «Descartando honestamente los medios hábiles» y «no aceptar una sola estrofa de los demás sutras».31 Es algo en verdad inconcebible. Nagarjuna fue un bodhisattva que apareció de acuerdo con la predicción del Buda, y un estudioso perteneciente al linaje directo de la enseñanza del Buda. Es probable que haya escrito esta advertencia en su tratado porque previó que habría sacerdotes como Kobo y T´an-luan que denostarían el Sutra del loto, la enseñanza adecuada para esta época del Último Día de la Ley. Reconvenga a sus adversarios por desconocer el significado de las palabras que citan. Dígales: «¿No son ustedes mismos los seguidores de personas destinadas a caer en los malos caminos? ¡Qué lamentable! ¿No son ustedes, acaso, los que sufrirán durante incontables kalpas futuros?».

En su alegato ante el señor del Hoko-ji,32 Ryokan, de la escuela Preceptos, señaló: «Últimamente, yo, Ninsho, me he sentido muy irritado por el sacerdote llamado Nichiren, quien proclama que los que observamos los preceptos nos condenamos a caer en el infierno. ¿Qué sutra o tratado señala algo semejante? Esta es la primera pregunta. Además, aunque hoy en el Japón casi no queda nadie, de alta o de baja estirpe, que no entone el Nembutsu, él afirma que el Nembutsu crea causas kármicas para caer en el infierno del sufrimiento incesante. ¿En qué sutra se basa? Me gustaría preguntarle a Nichiren qué pruebas confiables posee para justificar esta afirmación. Esta es la segunda pregunta».

[Nichiren] envió al gobierno seis preguntas como estas, referidas de manera general a la posibilidad de lograr o no la iluminación mediante la práctica de las enseñanzas anteriores al Sutra del loto. Si Ryokan, del templo Gokuraku-ji, vuelve a manifestar —⁠como sostiene en su alegato⁠— que desea encontrarse conmigo para debatir, que entregue una petición al Gobierno [solicitando un debate público]. Diga a Ryokan: «Mi maestro Nichiren incurrió en la ira del Gobierno y fue desterrado a la provincia de Sado, en el octavo año de Bun’ei (1271). El primer mes del undécimo año de Bun’ei,33 fue indultado y retornó a Kamakura. Ya de regreso, advirtió a Hei no Saemon sobre diversas cuestiones y, luego, se recluyó en la espesura de las montañas, en la provincia de Kai. Ha dicho que jamás saldrá de allí para debatir sus enseñanzas con los estudiosos de otras escuelas, ni aunque se lo ordenaran el Emperador o la Emperatriz. Por lo tanto, aunque yo, su discípulo, soy un simple novicio y mi conocimiento de las enseñanzas es tan insignificante como un pelo en el cuero de nueve cabezas de ganado, si alguien se presentara a exponer sus dudas sobre el Sutra del loto, haré cuanto esté a mi alcance por responderle». Luego, explique mis enseñanzas en respuesta directa a las preguntas de sus contrincantes.

Además, cuando deba contestar las seis preguntas difíciles contenidas en el alegato de Ryokan, tenga en cuenta —⁠como siempre he dicho⁠— que los discípulos de Nichiren no podrán lograr nada si se acobardan. Al debatir la superioridad y la profundidad comparativas del Sutra del loto con respecto a otras enseñanzas, y al indagar si conducen o no a la iluminación, recuerde que ni siquiera el buda Shakyamuni descrito en las enseñanzas previas al Sutra del loto o el que aparece en la enseñanza teórica son dignos de respeto y de admiración reverenciales; mucho menos, los bodhisattvas en el nivel de la iluminación casi perfecta. Por lo tanto, los seguidores de las escuelas que se basan p.504en doctrinas provisionales no merecen ser tratados con temor ni con respeto reverencial. Al debatir con ellos, recuerde que, como nosotros creemos en el Sutra del loto, nuestra posición es como la del gran rey celestial Brahma, y no es de ningún modo equivocado considerar súbditos, o incluso bárbaros, a los que siguen enseñanzas inferiores. Los seguidores de la escuela Preceptos infligen tal violencia a los preceptos, que esta supera la devastación causada por un derrumbe de montaña o por una inundación fluvial. Lejos de lograr la Budeidad, ni siquiera podrán renacer en el mundo de los seres humanos o celestiales. El gran maestro Miao-lo indica: «Si uno observa un solo precepto, renacerá como ser humano. Pero si, en cambio, transgrede un solo precepto, caerá en los tres malos caminos».34 ¿Qué seguidor de Ninsho en la escuela Preceptos respeta tan sólo una de las prohibiciones estipuladas en el Sutra de la observancia de preceptos, en el Sutra de la meditación sobre la enseñanza correcta y en otras escrituras, o realmente acata las reglas de disciplina expuestas en las enseñanzas del Hinayana y del Mahayana, como los Sutras agama? Sin duda, todos están destinados a «caer en los tres malos caminos» o, incluso, a hundirse en el infierno del sufrimiento incesante. ¡Qué lástima me dan! Debe decírselo y amonestarlos citando la explicación del capítulo «La Torre de los Tesoros» sobre el verdadero significado de «observar los preceptos y practicar [las reglas de disciplina]».35 Entonces, tras una breve pausa, dígales que los cinco ideogramas de Myoho-renge-kyo, corazón de la enseñanza esencial del Sutra del loto, contienen el beneficio acumulado mediante las incontables prácticas y acciones meritorias de todos los budas de las tres existencias. Así pues, ¿cómo pensar que estos cinco ideogramas no incluyen los beneficios obtenidos a fuerza de observar todos los preceptos de los budas? Una vez que el practicante abraza este precepto maravilloso y perfectamente dotado, no puede romper los lazos que lo unen a él ni aunque lo intente. Por lo tanto, se lo llama el precepto del cáliz de diamante.36 Los budas de las tres existencias sólo han llegado a ser budas dotados de los tres cuerpos —⁠el cuerpo del Dharma, el cuerpo de la recompensa y el cuerpo manifiesto, cada uno de los cuales no tiene comienzo ni fin⁠—, porque observaron este precepto prodigioso. El gran maestro T’ien-t’ai escribió acerca de ello: «Pero en las diversas enseñanzas, mantuvo esto en secreto y no lo transmitió».37 Ahora, en el Último Día de la Ley, cualquier persona —⁠sabia o ignorante, sacerdote o creyente laico, de alta o de baja estirpe⁠— que abraza Myoho-renge-kyo y lo practica de acuerdo con la enseñanza del Buda, no puede sino obtener el fruto de la Budeidad. Precisamente por dicha razón, el sutra declara en referencia al devoto del Sutra del loto en la época malvada e impura posterior a la muerte del Buda: «Quien lo haga accederá al Camino del Buda con toda certeza y sin ninguna duda».38 Por otro lado, los que practican las enseñanzas provisionales contradiciendo la advertencia de ShakyamuniMuchos Tesoros y los budas de las diez direcciones, sin falta caerán en el infierno del sufrimiento incesante. Ahora que por fin se ha revelado este precepto tan prodigioso, ninguna de las demás reglas contenidas en las enseñanzas anteriores al Sutra del loto o en la enseñanza teórica tiene el menor poder de beneficiar a la gente. Ya que dichos preceptos no brindan beneficio alguno, es totalmente inútil observarlos, ni siquiera un solo día.

En la época en que deberá propagarse el precepto maravilloso de la enseñanza esencial, será inevitable que se manifiesten presagios jamás vistos en ninguna otra época anterior. El gran terremoto de la era Shoka y el inmenso cometa de la p.505era Bun’ei39 fueron dos anuncios de esta índole. Pero, de todos nuestros contemporáneos y de todas las escuelas budistas, ¿quién está difundiendo, en realidad, el objeto de devoción y el santuario de la enseñanza esencial? Ni una sola persona ha llevado a cabo esta tarea durante los dos mil doscientos años o más posteriores a la muerte del Buda. Ahora, habiendo transcurrido más de setecientos años desde que el budismo ingresó en el Japón durante el reinado del trigésimo emperador Kimmei, al fin se está propagando en todo el país la gran Ley, hasta hoy desconocida. ¡Qué alegría es saber que todos podrán lograr la Budeidad, no sólo los habitantes de este lugar, sino también los de la India, la China y todo el territorio de Jambudvipa!

Con respecto a la enseñanza, la práctica y la prueba, de las que antes ya hablé, [en lo concerniente a esta gran Ley] el Último Día de la Ley posee las tres, así como el Primer Día de la Ley también las tuvo con respecto a la enseñanza de ShakyamuniPrácticas Superiores, adalid de los Bodhisattvas de la Tierra, ya ha hecho su advenimiento a este mundo, así que la gran Ley, la esencia del Sutra del loto que a él le fue encomendada, se propagará sin falta. Para todos los seres vivos del Japón, la China y los demás países del mundo, será algo tan extraordinario como ver florecer un capullo de udumbara presagiando el nacimiento de un rey que hace girar la rueda de oro. En los primeros cuarenta y dos años de su vida de prédica, y en los primeros catorce capítulos del Sutra del loto que constituyen la enseñanza teórica, el Buda mantuvo esta gran Ley en secreto y no la enseñó; se limitó a exponerla sólo en la enseñanza esencial y, dentro de ella, en la parte correspondiente a la revelación.40

Me he enterado de que el sacerdote Ryokan, cuando supo que yo estaba en una provincia distante, dijo a todos cuánto ansiaba que yo fuese a Kamakura para poder debatir conmigo y disipar las dudas de la gente. Pregúntele si sobrevalorar de ese modo su propia persona y menospreciar a los demás41 representa alguno de los preceptos que practica su escuela. La verdad es que, cuando volví a Kamakura, Ryokan trancó sus puertas y prohibió el ingreso a todos. Por momentos, incluso fingió estar enfermo a causa del frío. Dígale: «No soy Nichiren; soy sólo uno de sus discípulos. Aunque hable con un dejo de acento y mi inteligencia sea algo obtusa, coincido por completo con él en que la escuela Preceptos es traidora». Cuando esté participando en un debate público, aunque las enseñanzas que usted defienda sean coherentes con la verdad en cada aspecto, nunca se permita ser descortés o prepotente en nombre de esta superioridad, ni se sienta justificado para actuar de manera altanera: esto sería una auténtica deshonra. Ordene sus pensamientos, palabras y acciones con cuidado, y sea prudente cuando se mida con otros en debate.


Nichiren


En el vigésimo primer día del tercer mes.

 

Enviado a Acharya Sammi


Antecedentes


En el quinto mes de 1274, Nichiren Daishonin se marchó de Kamakura y fue a vivir a una pequeña morada en la espesura del monte Minobu. Allí, continuó escribiendo cartas y otros documentos, formando a sus discípulos y disertando sobre el Sutra del loto. A partir de esta época, fue dejando el liderazgo de las actividades de propagación en manos de sus discípulos, centrados en torno a Nikko Shonin.

p.506En general, se cree que esta carta fue escrita en Minobu, el tercer mes del duodécimo año de Bun’ei (1275). Contiene la respuesta del Daishonin a las preguntas de Sammi-bo, uno de sus discípulos más prominentes, que se preparaba para mantener un debate religioso.

Sammi-bo era un sacerdote formado en el monte Hiei, célebre por su elocuencia y erudición. Disertaba ante la aristocracia y, en una época, realizó actividades para propagar las enseñanzas del Daishonin. Sin embargo, este lo reconvino en varias oportunidades a causa de su engreimiento. Durante la persecución de Atsuhara, en 1279, abandonó la fe, y se dice que murió en circunstancias trágicas, aunque se desconocen los detalles precisos.

En esta carta, Nichiren Daishonin afirma que las enseñanzas de Shakyamuni ya no conducen a la iluminación en el Último Día de la Ley, y que sólo Nam-myoho-renge-kyo combina los tres elementos esenciales para que el budismo sea viable: enseñanza, práctica y prueba. En la primera parte, analiza la enseñanza del Buda, la práctica de dicha enseñanza y la prueba o mérito —⁠estrictamente hablando, la iluminación⁠— derivada de la práctica en los tres períodos consecutivos conocidos como días Primero, Medio y Último Día de la Ley. Explica que, desde el punto de vista del budismo Hinayana, en el Primer Día hay enseñanza, práctica y prueba; en el Día Medio hay enseñanza y práctica, pero no prueba; y en el Último Día, sólo queda la enseñanza, aunque no la práctica ni la prueba.

Luego dice que quienes lograron la Budeidad durante la época de Shakyamuni, y también en los días Primero y Medio de la Ley, pudieron hacerlo porque ya habían recibido de Shakyamuni las semillas de la Budeidad en el pasado, y las fueron nutriendo a lo largo de muchas existencias hasta hacer madurar, por fin, su capacidad de lograr la iluminación. Por eso, pudieron obtener beneficios visibles mediante las enseñanzas de Shakyamuni; dicho de otro modo, lograron la iluminación en forma inmediata. Sin embargo, en el Último Día, los seres humanos reciben por primera vez las semillas de la Budeidad. Como su maduración lleva cierto tiempo, la Budeidad de las personas tarda en manifestarse y, por eso, se denomina «beneficio invisible o mediato».

A continuación, el Daishonin afirma la supremacía del Sutra del loto, señala los errores doctrinales del Nembutsu y otras escuelas como Palabra Verdadera, y exhorta a Sammi-bo a refutar intrépidamente sus juicios errados. Por último recalca el beneficio de Myoho-renge-kyo, corazón de la enseñanza esencial del Sutra del loto, y predice que su enseñanza, sin falta, se propagará en forma ilimitada.


Notas


1. Dicho de otro modo, en la época del bodhisattva Jamás Despreciar y en tiempos de Nichiren Daishonin, las personas que escuchan la enseñanza correcta la envilecen, pero con el tiempo llegan a manifestar la Budeidad en virtud del lazo que han creado con ella.

2. Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”».

3. Ib.

4. Palabras y frases del «Sutra del loto».

5. Sutra de los infinitos significados.

6. Gran árbol cuyas hojas miden veinte centímetros de largo y cuyos capullos dorados se huelen a la distancia.

7. Sutra del loto, cap. 6.

8. Ib., cap. 16.

9. Paráfrasis de un pasaje de Comentario sobre «Gran concentración e introspección».

10. Sutra del loto, cap. 2.

11. Ib.

12. Ib.

13. En Profundo significado del «Sutra del loto» se lee: «Ya sea que uno rechace o acepte [las enseñanzas del Buda], en todos los casos deberá hacerlo desde el punto de vista del Sutra del loto».

p.50714. En Comentario sobre «Profundo significado del “Sutra del loto”», leemos: «A la hora de evaluar los sutras budistas, uno debería basarse en el Sutra del loto, ya sea para rechazarlos o aceptarlos, porque el Sutra del loto es la única fuente de la cual provienen todas las demás enseñanzas y a la cual regresan».

15. En su compilación de los comentarios de Shan-wu-wei sobre el Sutra Mahavairochana, I-hsing introdujo doctrinas de la escuela T’ien-t’ai, como la de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital, e hizo ver que integraban el conjunto de enseñanzas de la escuela Palabra Verdadera. Nichiren Daishonin explica este engaño de manera más detallada en La selección del tiempo(Véanse págs. 590-591).

16. Aparentemente, referencia a los ritos de iniciación del budismo esotérico, en donde los aspirantes arrojaban flores a un mandala que representaba a varios budas, bodhisattvas y demás figuras, para averiguar con cuáles de ellos tenían una relación particular. Según parece, para llevar a cabo el ritual, los sacerdotes se veían obligados a pisar las imágenes. Aquí, la expresión «buda Vairochana» se refiere al buda Shakyamuni.

17. Las tres deidades del brahmanismo son Maheshvara, Vasudeva y Narayana. Se dice que Maheshvara era una deidad que gobernaba el gran sistema planetario.

18. Honen no utiliza textualmente estas palabras en una misma secuencia. Sin embargo, Nichiren Daishonin las toma de Escoger el Nembutsu sobre todas las cosas y las agrupa en una misma frase.

19. Sutra del loto, cap. 11. En el sutra, es el buda Muchos Tesoros quien en realidad pronuncia estas palabras. Sin embargo, como todos los budas corroboran la verdad del Sutra del loto en el capítulo «Poderes sobrenaturales», el Daishonin atribuye esta declaración a todos los budas.

20. Referencia a un relato del Han Fei Tzu en el cual un campesino se encontraba labrando la tierra cuando vio a un conejo golpearse contra un tocón y romperse el cuello. Dejó de arar y se quedó haciendo guardia al lado del tronco, con esperanza de atrapar más conejos. Aquí, el Daishonin utiliza la figura del «tocón» para indicar el apego a las enseñanzas provisionales, sin poder discernir entre los sutras superiores y los inferiores.

21. Sutra del loto, cap. 3.

22. En la actualidad, no se conserva ningún sutra de ese título. Tal vez se refiera al Sutra de la meditación sobre el Buda, donde se menciona a un monje que cayó al infierno Avichi por confundir las enseñanzas correctas con las incorrectas.

23. En una parte del Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría se lee: «Aquel cuyo rostro oscurece en el momento de la muerte caerá en el infierno».

24. En Comentario sobre «Gran concentración e introspección», Miao-lo subraya la declaración de T’ien-t’ai sobre la iluminación de los seres inanimados y agrega que esto causará conmoción y provocará dudas.

25. Referencia al monasterio del monte Ta-su, donde T’ien-t’ai estudió el Sutra del loto en sus tres formas. Se dice que T’ien-t’ai, como resultado de su intensa práctica, había experimentado una revelación mediante el capítulo «Rey de la Medicina», de ese sutra. Por este motivo, se lo consideraba una reencarnación del bodhisattva Rey de la Medicina.

26. Esta descripción aparece en el capítulo vigésimo primero del Sutra del loto.

27. Sutra del loto, cap. 15.

28. En primer lugar, los bodhisattvas de otras tierras tienen su propia tarea que cumplir, cada uno en el mundo al cual pertenece. Segundo, tienen poca relación con los habitantes de este mundo saha. Tercero, si Shakyamuni les hubiera permitido emprender la propagación, no habría tenido motivo para convocar a los bodhisattvas de la enseñanza esencial.

29. En primer término, los Bodhisattvas de la Tierra son discípulos originales del Buda. Segundo, poseen una profunda relación con los pueblos del mundo saha. Tercero, al convocarlos y encomendarles la propagación de sus enseñanzas, Shakyamuni pudo demostrar que su iluminación había sido adquirida en el remoto pasado.

30. Paráfrasis de un pasaje de Gran concentración e introspección.

31. Sutra del loto cap. 3.

32. «Señor del Hoko-ji» es otro de los nombres con que se conoce a Hojo Tokimune (1251-1284), octavo regente del gobierno de Kamakura.

33. En realidad, el Daishonin regresó a Kamakura el tercer mes de 1274.

34. Comentario acerca del «Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría».

35. Cita del capítulo «La Torre de los Tesoros» donde se afirma: «Este sutra es difícil de mantener; si alguien puede hacerlo, aunque sea por poco tiempo, sin duda me hará feliz a mí y a los demás budas. La persona capaz de mantener este sutra se gana la admiración de los p.508budas» [...] En esto consiste observar los preceptos y practicar las reglas de disciplina».

36. El precepto del cáliz de diamante es aquel imposible de romperse, como un cáliz de este duro material. Se lo menciona en el Sutra de la red de BrahmaDengyo interpreta la naturaleza de Buda o verdadero aspecto de todos los fenómenos como un cáliz de diamante; el precepto, visto de esta manera, significa abrazar el Sutra del loto. En el budismo de Nichiren Daishonin, se refiere al precepto de mantener el Gohonzon.

37. Palabras y frases del «Sutra del loto». Esta es la parte en que T’ien-t’ai comenta las palabras «el secreto de El Que Así Llega y sus poderes trascendentales», que figuran en el capítulo decimosexto del Sutra del loto.

38. Sutra del loto, cap. 21.

39. Referencia al gran terremoto que devastó la región de Kamakura el octavo mes de 1257 y al inmenso cometa que cruzó el cielo el séptimo mes de 1264.

40. Dentro de la enseñanza esencial, la parte correspondiente a la «revelación» abarca la segunda mitad del capítulo «Irrumpir de la tierra», la totalidad del capítulo «Duración de la vida» y la primera mitad de «Distinciones de beneficios». Aquí, específicamente, se refiere al capítulo «Duración de la vida».

41. Referencia a uno de los diez preceptos principales, que se cuentan entre las cincuenta y ocho reglas de disciplina para los bodhisattvas del Mahayana, estipuladas en el Sutra de la red de Brahma. El citado precepto consiste en no ensalzarse uno mismo ni despreciar a los demás.