En el Sutra del nirvana se afirma: «Hay tres clases de personas cuya enfermedad resulta extremadamente difícil de curar. La primera corresponde a los que actúan contra el gran vehículo; la segunda, a los que cometen las cinco faltas capitales; la tercera, a los icchantikas, o personas de incredulidad incorregible. Estas tres categorías de enfermedad son las más graves del mundo».
También señala: «El que crea un mal karma en esta existencia [...] seguramente sufrirá en el [estado de] infierno. [...] Pero si uno hace ofrendas a los tres tesoros, evita caer en el infierno y recibe su retribución en esta vida, padeciendo trastornos en la cabeza, la vista o la espalda». En Gran concentración e introspección se lee: «Aunque uno haya cometido graves faltas, [...] podrá atenuar su retribución en esta vida. Así, pues, cuando un mal karma está a punto de ser erradicado, se manifiesta una enfermedad». En su Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría, el bodhisattva Nagarjuna dice: «Pregunta: [...]. Respuesta: En tal caso, ninguna enseñanza, desde el Sutra de la guirnalda de flores hasta el Sutra de la sabiduría, es secreta, y sólo el Sutra del loto lo es. [...] [El Sutra del loto es] como un gran p.662médico capaz de convertir el veneno en remedio». T’ien-t’ai explicó más aún esta cita, cuando dijo: «Esto puede compararse con un talentoso médico que transforma un veneno en medicamento. [...] El hecho de que en el Sutra del loto las personas de los dos vehículos hayan recibido la profecía de su iluminación significa que [el sutra] convierte el veneno en medicina. A esto se refiere el Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría cuando afirma: “Los diversos sutras no son enseñanzas secretas; sólo el Sutra del loto lo es”».2 En Gran concentración e introspección leemos: «Y sin embargo, el Sutra del loto es capaz de curarlos [a los males], y por eso se llama myo o “maravilloso”». Miao-lo declara: «Como [el Sutra del loto] puede curar lo que se cree incurable, se lo llama myo o “maravilloso”».3
El Sutra del nirvana afirma: «El rey Ajatashatru de Rajagriha era malvado por naturaleza. [...] Mató a su padre y, luego, en un rapto de arrepentimiento, contrajo unas fiebres. [...] Y debido a estas fiebres ocasionadas por el remordimiento, el cuerpo entero se le cubrió de pústulas que le supuraban; el olor que exudaban era tan fétido y nauseabundo, que nadie se atrevía a acercársele. En ese momento, Vaidehi, su madre, trató de ayudarlo aplicándole diversos remedios, que sólo consiguieron empeorar el estado de las llagas; pareció entonces que no habría recuperación posible. “Estas pústulas —dijo el Rey a su madre— tienen una causa espiritual; no han sido provocadas por ningún desorden en los cuatro elementos. Aunque la gente diga que hay un médico capaz de curarlas, sé que esto no sucederá...”.
»Entonces, el Honrado por el Mundo, maestro benevolente y compasivo, inició una meditación de amor a la Luna en bien de la curación del Rey. Y cuando estaba sumido en ella, comenzó a irradiar un haz de luz brillante. Este rayo de frescura transparente bañó el cuerpo del Rey y, en ese instante, sanaron todas las pústulas».
El Sutra del loto de la Ley prodigiosa, que es la gran sabiduría de la igualdad, dice en su séptimo volumen: «Este sutra proporciona un buen remedio para los males del pueblo de Jambudvipa. Si una persona enferma puede escuchar este sutra, su enfermedad será erradicada y no conocerá la vejez ni la muerte».4
En vista de las citas que acabo de mencionar, no parece ser que su dolencia se haya originado fuera de estas seis causas de enfermedad. Dejaré a un lado, por el momento, las cinco primeras. Las afecciones de la sexta clase, derivadas del karma, son las más difíciles de curar. Varían en gravedad, y nadie puede hacer pronósticos firmes, pero sabemos que las peores de todas se originan en el karma creado a raíz de actuar contra el Sutra del loto. Hasta Shen Nung, Huang Ti, Hua T’o y Pien Ch’üeh bajaron los brazos, impotentes;5 hasta Contenedor de Agua, Portador de Agua,6 Jivaka y Vimalakirti se quedaron sin palabras. Como el mismo sutra explica, estas enfermedades sólo pueden ser curadas por el único y buen remedio del Sutra del loto que predicó Shakyamuni.
El Sutra del nirvana, en referencia al Sutra del loto, dice: «Hasta la grave falta de actuar contra esta enseñanza correcta [será erradicada] si uno se arrepiente y profesa la fe en ella. [...] Ninguna doctrina fuera de esta enseñanza correcta puede salvarlo o protegerlo a uno. Por tal razón, uno debería depositar su fe en ella». El gran maestro Ching-hsi7 afirmó: «El Sutra del nirvana, en sí mismo, remite al Sutra del loto y afirma que este es la enseñanza suprema».8 Además, dijo: «Es como la persona que cae al suelo, pero se incorpora empujándose sobre esa misma tierra [en la cual cayó]. De la misma forma, aunque uno actúe contra la p.663enseñanza correcta, podrá, con el tiempo, ser salvado de los malos caminos».9
El bodhisattva Vasubandhu fue, en sus comienzos, un estudioso del budismo Hinayana. En su afán de evitar que el budismo Mahayana se difundiera en las cinco regiones de la India, escribió quinientos tratados sobre las doctrinas del Hinayana. Sin embargo, luego conoció al bodhisattva Asanga e inmediatamente abandonó sus conceptos errados. De frente a Asanga, dijo que quería cortarse la lengua para erradicar sus faltas de una vez. Pero este lo detuvo: «Usa esa lengua para ensalzar el Mahayana», le manifestó.
Entonces, Vasubandhu escribió de inmediato quinientos tratados sobre el Mahayana para refutar el Hinayana. También juró que jamás volvería a escucharse de su boca una sola palabra sobre estas últimas enseñanzas durante el resto de su vida. De este modo, erradicó sus faltas pasadas y, luego, renació en el cielo donde habita el bodhisattva Maitreya.10
El bodhisattva Ashvaghosha, oriundo de la India oriental, fue el decimotercer sucesor de las enseñanzas budistas. En determinado momento, Ashvaghosha había sido una figura destacada del brahmanismo. Pero cuando debatió con el monje budista Punyayashas sobre la validez de sus respectivas enseñanzas, rápidamente advirtió la superioridad del budismo. Ashvaghosha se dispuso a cortarse la cabeza para pagar por sus faltas pasadas.
—He sido mi peor enemigo —dijo— y me he encaminado a mí mismo al infierno.
Mas Punyayashas lo reconvino:
—¡Ashvaghosha, no te decapites! Emplea el cerebro y la boca para ponderar las virtudes del Mahayana.
Poco después, este escribió El despertar de la fe en el Mahayana, donde refutó todas las enseñanzas del brahmanismo y del Hinayana. A partir de este preciso momento, comenzó a propagarse el budismo Mahayana en la India.
El gran maestro Chi-tsang, del templo Chia-hsiang-ssu, se contaba entre los eruditos más eminentes de la China. Fue el fundador de la escuela Tres Tratados y vivió en el monte Hui-chi, en Wu. Convencido de que nadie podía igualarlo en erudición, se pavoneaba con el estandarte de su orgullo bien izado. Desafió al gran maestro T’ien-t’ai a debatir sobre el significado del pasaje que dice: «De todos los sutras que he predicado, predico y predicaré, [este Sutra del loto es lo más difícil de creer y lo más difícil de comprender]».11 En dicho debate, Chi-tsang fue palmariamente derrotado, a partir de lo cual renunció a sus creencias erradas. Para expiar la grave falta de haber actuado contra la enseñanza correcta y contra aquellos que la proclamaban, reunió a más de cien estudiosos eminentes y le suplicó al gran maestro T’ien-t’ai Chih-che que disertara ante ellos. Chi-tsang usó su propio cuerpo como puente para que el gran maestro T’ien-t’ai subiese [a la plataforma de prédica] apoyando los pies sobre su cabeza. No conforme con ello, prestó servicio a T’ien-t’ai durante siete años, en los cuales cortó leña para él y lo aprovisionó de agua. Dejó de dar conferencias, disolvió su comunidad de seguidores y, para despojarse de su tremenda vanidad, se abstuvo de recitar el Sutra del loto. Después de la muerte del gran maestro T’ien-t’ai, Chi-tsang mantuvo una audiencia con el Emperador de la dinastía Sui, para presentarle sus respetos; cuando se iba, se aferró a las rodillas de Su Majestad y le dijo adiós con lágrimas en los ojos. Poco después, Chi-tsang se miró en un viejo espejo y, al ver su imagen reflejada, se condenó por sus errores pasados. Llevó a cabo estos muchos actos de penitencia para erradicar su mal karma.
El Sutra del loto, el sutra prodigioso del vehículo único, contiene las palabras de p.664oro de las tres clases de budas.12 Digno de compararse con una gema reluciente, ocupa el primerísimo lugar entre todos los sutras que [Shakyamuni] «ha predicado, predica y predicará».13 Hay pasajes del Sutra del loto que dicen: «De todos los sutras, [el Sutra del loto] ocupa el lugar más elevado», y «[De todos ellos,] ¡el Sutra del loto es el primero!».14 El gran maestro Dengyo dijo que [la escuela del Loto era] la que había fundado el mismísimo Buda.15
He realizado un estudio minucioso de las diversas enseñanzas de la escuela Palabra Verdadera —como el Sutra de la corona de diamantes, el Sutra Mahavairochana y el Sutra del susiddhikara—, pero no encontré en ellos nada que pudiera compararse con las frases del Sutra del loto antes citadas. El argumento [de que estos sutras son superiores al Sutra del loto] no parece ser más que la visión prejuiciosa de Shan-wu-wei, Chin-kang-chih, Pu-k’ung, Kobo, Jikaku y Chisho. Esto nos permite ver que el auténtico propósito de los budas Shakyamuni y Mahavairochana es remitirnos sólo a la supremacía del Sutra del loto. Cuando los tres grandes maestros Kobo, Jikaku y Chisho, fundadores de la escuela Palabra Verdadera en el Japón, fueron a la China durante la dinastía T’ang, heredaron de Hui-kuo y de Fa-ch’üan las ilusiones y los engaños en que, originariamente, habían incurrido los tres maestros del Tripitaka, Shan-wu-wei, Chin-kang-chih y Pu-k’ung. Cuando, de regreso en el Japón, propagaron el Sutra del loto y las enseñanzas de la escuela Palabra Verdadera, ocultaron la luna brillante del Sutra del loto —el supremo vehículo que supera a todos los demás sutras del pasado, presente y futuro—, y mostraron la pálida luciérnaga de los mandalas de los dos reinos,16 postulados por la escuela Palabra Verdadera. Y no sólo eso, sino que también denostaron el Sutra del loto diciendo que contenía «teorías pueriles» y que pertenecía al «reino de la oscuridad». Sin embargo, estos comentarios fueron dagas vueltas contra aquellos que las empuñaban. Pues no es el Sutra del loto, sino el Mahavairochana el que rebosa de teorías infantiles y pertenece al reino de las sombras. En primer lugar, si los mismos fundadores de la escuela Palabra Verdadera partieron de una distorsión, ¿cómo podrían estar en lo correcto sus seguidores y discípulos? Cuando se contamina la fuente de un río, se arruina el agua en toda su longitud. Por esta causa, la Tierra del Sol ha padecido una larga noche oscura y el Árbol del Sol está a punto de ser marchitado por una extraña helada.17
Aunque sin integrar la corriente central de la escuela Palabra Verdadera, usted fue vasallo de un señor feudal que protegía dicha enseñanza. Vivió durante muchos años en la finca de una familia consagrada a una doctrina errada y, mes tras mes, su mente se vio infectada por los maestros responsables de este error. Aunque las montañas se desmoronen y los océanos se sequen, esta falta suya no será tan fácil de erradicar. Sin embargo, gracias a la influencia de los lazos kármicos y del amor compasivo con que ha sido beneficiado en esta vida, cuando menos lo esperaba usted pudo relacionarse conmigo, un sacerdote de humilde aspecto y formación, y esto lo inspiró a adoptar un cambio de postura. Por lo tanto, aunque en este momento sus faltas se hayan manifestado a través de las llagas que padece, en el futuro esto le evitará tener que soportar cosas peores.
El rey Ajatashatru sufrió de graves pústulas por haber cometido las cinco faltas capitales y haber denigrado la enseñanza correcta. Pero la enfermedad desapareció al instante cuando iluminó su cuerpo la luz proyectada por la meditación de amor a la Luna realizada por el Buda. Y aunque la profecía aseguraba que el Rey no viviría más de p.665veintiún días, su existencia se prolongó durante cuarenta años más. Con profunda gratitud, solicitó encarecidamente a mil arhats que registrasen las palabras de oro pronunciadas por el Buda a lo largo de toda su vida,18 lo cual hizo posible que las enseñanzas del Buda se propagaran durante los días Primero, Medio y Último de la Ley.
Sus llagas han sido producto de una sola falta: actuar contra la enseñanza correcta. La Ley Mística que hoy usted abraza supera la meditación de amor a la Luna. ¿Cómo podría no sanar su enfermedad o no extenderse su término de vida? Si esto que le digo resultara ser falso, profiera entonces: «¡El Buda, gran ojo del mundo, es un mentiroso de pies a cabeza, y el Sutra del loto, el sutra prodigioso del vehículo único, es una escritura llena de embustes y de floreos! El Honrado por el Mundo debería darme las debidas pruebas, si es que le importa su buen nombre. Y todos los sabios y venerables tendrían que acudir a protegerme, si no quieren faltar a sus juramentos».
En una carta no es posible transmitir todo lo que uno anhela expresar; las palabras no logran traducir lo que siente el corazón. El resto tendrá que esperar hasta la próxima vez que nos reunamos.
Con mi profundo respeto,
Nichiren
En el tercer día del undécimo mes.
Respuesta al sacerdote laico Ota
Antecedentes
Esta carta es una respuesta al informe enviado por Ota Jomyo, donde este le comunica estar padeciendo una enfermedad de la piel. Escrita en el undécimo mes del primer año de Kenji (1275), fue enviada desde Minobu al citado discípulo, quien vivía en la provincia de Shimosa. Ota, uno de los más fervientes seguidores del Daishonin, era un funcionario del gobierno que había abrazado sus enseñanzas a instancias de Toki Jonin. Ota recibió la tonsura alrededor de 1278, junto con el nombre budista de Myonichi (‘Sol maravilloso’). A juzgar por el contenido de otra carta que le envió el Daishonin, ambos habrían tenido la misma edad.
Aquí, citando la obra de T’ien-t’ai Gran concentración e introspección, Nichiren Daishonin se refiere a las seis causas que provocan enfermedades y declara que aquellas que provienen de nuestro karma son las más difíciles de curar, pero que incluso estas pueden ser erradicadas gracias al «buen remedio del Sutra del loto».
Notas
1. Sutra del loto, cap. 15. Esta es la respuesta a una pregunta que los Bodhisattvas de la Tierra le formulan a Shakyamuni: «¿Se siente cómodo el Honrado por el Mundo, con pocas enfermedades y pocas preocupaciones?».
2. Profundo significado del «Sutra del loto».
3. Comentario sobre «Gran concentración e introspección».
4. Sutra del loto, cap. 23.
5. Shen Nung y Huang Ti fueron dos de los Tres Soberanos, legendarios monarcas ideales de la antigua China, diestros en el arte de la Medicina. Hua T’o fue un médico de la dinastía Han posterior, conocido por su supuesta habilidad para realizar intervenciones quirúrgicas. Pien Ch’üeh fue un médico chino que vivió en el período de la Primavera y el Otoño (770-403 a. C.).
6. Contenedor de Agua y Portador de Agua fueron dos médicos sobresalientes —padre e hijo— descritos en el Sutra de la luz dorada.
7. Otro de los nombres con que se conoce a Miao-lo. Ching-hsi era la ciudad en que él había nacido.
8. Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”».
9. Ib.
10. La historia aparece en forma detallada en una obra de Chi-tsang titulada Comentario sobre el «Tratado de las cien estrofas». El cielo donde se decía que habitaba Maitreya es el p.666cielo de Tushita, cuarto de los seis que integran el mundo del deseo. Se dice que Vasubandhu renació en dicho cielo y que se encuentra allí exponiendo la Ley a los seres celestiales.
11. Sutra del loto, cap. 10.
12. El buda Shakyamuni, el buda Muchos Tesoros y los budas de las diez direcciones.
13. Se ha modificado la conjugación para adecuarla al contexto de la frase. En el sutra, Shakyamuni habla en primera persona.
14. La primera cita pertenece al capítulo vigésimo tercero; la segunda, al capítulo décimo.
15. Adaptado de un pasaje de Principios sobresalientes del «Sutra del loto».
16. Alusión al mandala del Reino de la Matriz, descrito en el Sutra Mahavairochana, y al mandala del Reino de Diamante, descrito en el Sutra de la corona de diamantes.
17. La «Tierra del Sol» se refiere al Japón; «Árbol del Sol» es otra denominación antigua de este país que aparece en un documento chino.
18. Referencia al Primer Concilio budista, que inició la labor de compilar las enseñanzas del Buda. Este consejo se reunió, con el apoyo del rey Ajatashatru, en la Caverna de las Siete Hojas, cerca de Rajagriha, en Magadha, poco después de la muerte del Buda.