Nota de los editores.

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11 de febrero de 2024

Tomo 1 - Un venerable percibe las tres existencias de la vida




Venerable es aquel que comprende cabalmente las tres existencias de la vida: el pasado, el presente y el futuro. Los Tres Soberanos, los Cinco Emperadores y los Tres Venerables a los que se refiere el confucianismo sólo comprendieron el presente; su saber no se extendió al pasado ni al futuro. Sin embargo, los brahmanistas pudieron escrutar hasta ochenta mil kalpas del pasado y del futuro, y en este sentido se asemejaron a los venerables, aunque en pequeña medida. Las personas de los dos vehículos del Hinayana tuvieron conciencia de las causas y efectos referidos al pasado y al futuro. En esto, superaron a los brahmanistas.

Los bodhisattvas del Hinayana dedicaron a su práctica tres asamkhyas de kalpas, y, en el pasado, los bodhisattvas de la enseñanza de conexión mantuvieron su práctica durante kalpas numerosos como las partículas de polvo. Los bodhisattvas de la enseñanza específica conocieron miríadas de kotis de kalpas del pasado, en cada una de las etapas de su práctica.

En la enseñanza teórica del Sutra del loto, el buda Shakyamuni se refirió a un pasado que abarcaba kalpas numerosos como las partículas de polvo de un gran sistema planetario. Esta enseñanza superaba todas las anteriores que había expuesto en su vida de prédica. Pero además, en la enseñanza esencial del sutra, el Buda habló de un pasado que abarcaba kalpas numerosos como las partículas de polvo de incontables grandes sistemas planetarios, mencionó la totalidad de kalpas transcurridos e hizo pronunciamientos sobre cuestiones referidas a incontables kalpas futuros.

A partir de lo dicho, se ve con claridad que en la naturaleza intrínseca de los venerables existe la capacidad de comprender exhaustivamente el pasado y el futuro. El buda Shakyamuni, señor de las enseñanzas, predijo con exactitud el futuro cercano cuando anunció que ingresaría en el nirvana al cabo de tres meses. ¿Puede haber alguna duda, entonces, sobre lo que predijo para el futuro distante, cuando vaticinó que el Sutra del loto se propagaría en otras tierras ampliamente, en el último período de quinientos años posterior a su muerte? Con semejante percepción, es posible ver el distante futuro con sólo mirar lo cercano e inmediato; uno puede inferir lo que sucederá con sólo observar lo que existe en el presente. Este es el significado de [el pasaje del Sutra del loto que dice: «Esta realidad consiste en] apariencia [...] y su coherencia del principio al fin».1

¿A quién debería reconocerse como devoto del Sutra del loto en el último período de quinientos años? Todavía no confío en mi propia sabiduría, pero como la rebelión y la invasión que predije se han p.673vuelto realidad, debo fiarme de ella.2 Y no lo digo para impresionar a los demás.

¡Sépanlo, discípulos míos! Soy el devoto del Sutra del loto. Ya que sigo los pasos del bodhisattva Jamás Despreciar, a los que me denigren y calumnien, la cabeza se les partirá en siete pedazos,3 mientras que aquellos que crean en mí acumularán una buena fortuna tan inmensa como el monte Sereno y Brillante.

Pregunta: ¿Cómo es que aún no se les ha partido la cabeza en siete pedazos a aquellos que hablaron mal de usted?

Respuesta: Desde tiempos remotos, de todos aquellos que difamaron a otros venerables que no eran el Buda, sólo a uno o dos se les partió la cabeza como retribución. La grave falta de calumniar a Nichiren no se limita, de ningún modo, a una o dos personas. De hecho, a todo el pueblo del Japón se le ha partido la cabeza [por actuar contra Nichiren]. ¿Qué otra cosa cree usted que provocó el gran terremoto de la era Shoka y el inmenso cometa de la era Bun’ei?4

Yo, Nichiren, soy el venerable más prominente de todo Jambudvipa. No obstante, desde el gobernante hasta la gente común, todos me desprecian y calumnian, me han atacado con palos y espadas,5 y hasta me han condenado al exilio.6 Por eso, BrahmaShakra, las deidades del Sol y de la Luna y los cuatro reyes celestiales han incitado a un país vecino a castigar nuestra nación. Esto aparece claramente descrito en el Sutra de la gran compilación y en el Sutra de los reyes benevolentes, en el Sutra del nirvana y en el Sutra del loto. Aunque se eleven diez mil plegarias, si el pueblo no presta oídos a mis palabras, es seguro que el país sufrirá lo que ya ha sucedido en Iki y Tsushima.7

Discípulos míos, crean en lo que digo y observen lo que sucede. No es que estas cosas ocurran porque yo mismo sea digno de respeto, sino porque el poder del Sutra del loto es supremo. Si hablo de mí mismo en términos elogiosos, la gente pensará que soy altanero; pero si me humillo ante los demás, el pueblo despreciará el sutra. Cuanto más alto es el pino, más larga es la glicina que pende de él. Cuanto más profunda es la fuente, más larga es la corriente que brota de ella. ¡Qué buena fortuna! ¡Y qué alegría! En esta tierra impura, soy el único que siente deleite y felicidad.


Antecedentes


Nichiren Daishonin escribió esta carta en Minobu, en el primer año de Kenji (1275) y se la envió a Toki Jonin, un prominente vasallo del señor feudal Chiba, administrador de la provincia de Shimosa. Toki, un sacerdote laico, era uno de los discípulos más firmes del Daishonin; vivía en Shimosa, al noreste de Kamakura, y recibió decenas de cartas de su maestro, muchas de las cuales contienen importantes revelaciones sobre las enseñanzas. Entre ellas, tal vez la más conocida sea El objeto de devoción para observar la vida.

En esta carta, el Daishonin define como «venerable» a aquel que entiende cabalmente el pasado, presente y futuro —⁠las tres existencias de la vida⁠—, y emplea el término «venerable» como sinónimo de «buda». Las predicciones que formula un buda se basan en la estricta ley de causalidad, que gobierna el funcionamiento de la vida a través de la eternidad. Cuando se observa el presente con entendimiento de la causalidad, es posible desentrañar el pasado y el futuro. Nichiren Daishonin declara que es el venerable más prominente del mundo entero, basado en el hecho de que se habían cumplido las predicciones de invasión extranjera y de rebelión interna que él había formulado en Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra.


p.674Notas


1. Sutra del loto, cap. 2. «Coherencia del principio al fin» es el último de los diez factores. Implica que, observando el comienzo o primer factor —⁠la «apariencia»—⁠, aquel que posee la sabiduría de la Budeidad puede discernir el resultado final, es decir, el «efecto manifiesto».

2. Alusión a las profecías de rebelión interna y de invasión extranjera, que se cumplieron, la primera, en 1272 cuando Hojo Tokisuke se rebeló contra su medio hermano menor, el regente Hojo Tokimune, y la segunda en 1274, cuando los mongoles atacaron el Japón.

3. Referencia a unos versos del capítulo «Dharani», del Sutra del loto, que dice: «A aquellos que [...] molesten y perturben a los que predican la Ley, la cabeza se les partirá en siete pedazos, como las ramas del árbol de arjaka».

4. En 1257, un gran terremoto devastó Kamakura, y, en 1264, se vio un inmenso cometa, que, en aquella época era considerado un mal augurio.

5. Referencias a la persecución de Komatsubara, perpetrada en 1264, cuando el Daishonin y sus seguidores fueron atacados por el administrador Tojo Kagenobu, y a la persecución de Tatsunokuchi, en 1271, cuando el Daishonin fue golpeado en el rostro con el rollo que contenía el quinto volumen del Sutra del loto y, poco después, estuvo a punto de ser decapitado.

6. Alusión a los exilios a la península de Izu y a la isla de Sado.

7. Las islas de Iki y de Tsushima, situadas frente a la costa de Kyushu, fueron tomadas por los mongoles durante su invasión.