Nota de los editores.

- Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho Rengue Kyo - Nam Myoho

17 de febrero de 2024

Tomo 1 - El rey Rinda



He recibido los dos sacos de arroz tostado que usted me envió. Quizás el arroz parezca algo insignificante, pero es lo que sustenta la vida humana. Y el Buda dice que la vida es un bien que no se puede comprar, ni siquiera por el valor de un gran sistema planetario.

El arroz mantiene la vida. Es como el aceite que anima la llama de una lámpara. El Sutra del loto es una lámpara, y su devoto es el aceite que la alimenta. O, del mismo modo, los benefactores laicos son el aceite que mantiene encendida la lámpara del devoto.

De los cien sabores, el mejor es el de la leche de vaca. En el séptimo volumen del Sutra del nirvana, leemos: «De todos los sabores, el más refinado es el de la leche». Cuando esta se procesa, se convierte en nata o crema, y de esta, por fin, se obtiene la mantequilla clarificada, cuyo gusto es el más delicado de los cinco sabores derivados de este proceso.

Si empleamos los cinco sabores como analogía de las diversas enseñanzas budistas, podríamos decir que los tres mil volúmenes de la escuela confuciana y las dieciocho escrituras principales del brahmanismo corresponden al sabor de los alimentos ordinarios; comparados con estos, hasta los Sutras agama parecen mantequilla clarificada.

[De todas las enseñanzas budistas,] los Sutras agama se comparan con el sabor de la leche; los Sutras de la meditación —⁠como otros del período Correcto e Igual⁠— se comparan con el de la crema; a su vez, los Sutras de la sabiduría pueden equipararse al sabor de la cuajada; el Sutra de la guirnalda de flores, al de la mantequilla; y el Sutra de los infinitos significados, el Sutra del loto y el Sutra del nirvana corresponden al sabor de la mantequilla clarificada.

Además, si se compara el Sutra del nirvana con el sabor de la mantequilla clarificada, el Sutra del loto resulta ser el amo que gobierna los cinco sabores. El gran maestro Miao-lo afirmó: «Si analizamos la cuestión desde el punto de vista de las doctrinas expuestas, el Sutra del loto se erige como auténtico amo de todas las enseñanzas, pues sólo este enseña a “abrir lo provisional y revelar lo distante”. Por esta razón, sólo a él le cabe la palabra myo o “maravilloso” [en su título]».1 Miao-lo dijo también: «Por ende, entendemos que el Sutra del loto es el verdadero amo de la mantequilla clarificada».2

Estos comentarios señalan con justeza que el Sutra del loto no debe ser incluido entre los cinco sabores. El contenido primordial de estos pasajes es que los cinco sabores sirven para nutrir la vida, pero la vida, en sí, es el amo que reina sobre los cinco sabores.

La escuela T’ien-t’ai expone dos perspectivas sobre el tema. La primera es que el Sutra de la guirnalda de flores, los Sutras correctos e iguales, los Sutras p.1029de la sabiduría, el Sutra del nirvana y el Sutra del loto pueden compararse con el sabor de la mantequilla clarificada. Esta idea parece basarse en el criterio de que las enseñanzas anteriores al Sutra del loto se asemejan a este último en cuanto a su naturaleza. Los eruditos del mundo sólo conocen esta visión en particular e ignoran la doctrina de que el Sutra del loto es el amo de los cinco sabores. Por eso, se dejan engañar y confundir por las otras escuelas budistas.

La idea de que todos los sutras representan la enseñanza perfecta3 —⁠aunque el Sutra del loto difiera de los demás en lo concerniente a abrir o incorporar medios hábiles⁠— es una doctrina que refleja el significado de la enseñanza teórica. En contraste, la idea de que los diversos sutras antedichos corresponden a los cinco sabores —⁠mientras que el Sutra del loto es el amo de los cinco sabores⁠— es una doctrina que refleja la enseñanza esencialT’ien-t’ai y Miao-lo mencionaron esta doctrina en sus escritos, aunque sin enunciarla con claridad. Por eso, hay muy pocos estudiosos que tengan conciencia de ella.

En el comentario de Miao-lo que he mencionado antes, la frase «si analizamos la cuestión desde el punto de vista de las doctrinas expuestas» se refiere al daimoku o título del Sutra del loto, indicado en la expresión «las doctrinas expuestas». La frase «abrir lo provisional» corresponde al carácter ge de los cinco ideogramas del daimokuMyoho-renge-kyo. Las palabras «revelar lo distante» corresponden al carácter ren del daimoku de cinco ideogramas. La expresión «sólo a él le cabe la palabra myo» señala el carácter myo. Y la frase «por esta razón» se refiere a que, cuando hablamos del Sutra del loto como esencia de todas las enseñanzas que el Buda predicó durante su vida, tenemos en mente el daimoku del Sutra del loto. Por lo tanto, debe comprenderse que el daimoku del Sutra del loto representa el alma de todos los sutras, el ojo de todos los sutras.

Así pues, para asegurar que una ceremonia de apertura de los ojos sea efectiva, lo correcto sería emplear en ella el Sutra del loto. Pero, en cambio, cuando hay que realizar ceremonias de apertura de los ojos a imágenes del Buda pintadas o talladas en madera, se recurre al Sutra Mahavairochana y a otras escrituras. A raíz de ello, ninguna de las imágenes del Buda que hay en templos y pagodas del Japón tiene la capacidad espiritual de la Budeidad, aunque físicamente se parezca a un buda. Por el contrario, la capacidad espiritual de estas imágenes es la de los seres comunes que habitan en los nueve estados. Así se originó la costumbre de reverenciar a maestros ignorantes como si fuesen hombres sabios.

Estas prácticas sólo sirven para dilapidar los fondos de la nación, mas no para generar oraciones efectivas. Muy por el contrario, hacen que los budas se transformen y actúen como funciones diabólicas y demoníacas. Esto es lo que está perturbando al gobernante y al pueblo.

Y ahora, como el devoto del Sutra del loto y sus seguidores se han hecho presentes, la gente se comporta como las numerosas bestias vulgares que odian al rey león, o como las plantas y árboles que tiemblan ante el viento helado. Pero, por el momento, dejemos a un lado esta cuestión.

¿Por qué el Sutra del loto es superior a los demás sutras? ¿Por qué brinda beneficios a los seres vivos?

A modo de ejemplo, la tierra es madre de las plantas y los árboles, y el cielo es su padre; las suaves lluvias les procuran alimento; el viento es su espíritu, y el sol y la luna, sus nodrizas; de ese modo, maduran, y producen flores y frutos. De la misma manera, el verdadero aspecto [de todos los fenómenos] es la tierra de todos los seres vivos; la p.1030naturaleza sin aspecto4 es su cielo; el vehículo único es la suave lluvia que los riega, y el gran viento es la declaración de que el Sutra del loto ocupa el primer lugar en el conjunto de todos los sutras que el Buda predicó, predica o predicará.5 En los seres vivos, adornados «con el poder de la meditación y de la sabiduría»,6 que es como el sol y la luna, maduran los beneficios de la perfecta iluminación, brotan las flores de la gran piedad y del gran amor compasivo, y fructifica la pacífica Budeidad. De este modo se nutren todos los seres vivos.

Asimismo, su subsistencia depende de las cosas que ingieren, que existen en gran variedad. Hay criaturas que se alimentan de tierra; otras, de agua; y algunas obtienen su alimento del fuego o del viento. El kalakula es un insecto que vive del viento, mientras que el topo es un animal que come tierra. Además, hay ciertos seres demoníacos que consumen partes del cuerpo humano, como la piel y la carne, o los huesos y la médula; otros se alimentan de orina y de estiércol; hay demonios que consumen vidas humanas y otros cuyo alimento es la voz. Hay peces que ingieren piedras, y también existe una bestia llamada baku,7 que se nutre de hierro. Del mismo modo, las deidades terrenales, las deidades celestiales, los dioses dragones, las deidades del Sol y de la Luna, los reyes celestiales Shakra y Brahma, los seres de los dos vehículos, los bodhisattvas y los budas se alimentan y deleitan con el sabor de la Ley budista, que da forma a su cuerpo y su espíritu.

Le daré otro ejemplo. En la Antigüedad, vivió un gran rey llamado Rinda, un sabio monarca que llegó a gobernar todo el territorio de Jambudvipa. ¿Qué lo mantenía con vida? El relincho de los caballos blancos, que daba fuerzas a su cuerpo y lo mantenía rozagante. Cuando los oía relinchar, gobernaba con el cuerpo y el corazón rebosantes de calma y de paz. Esto ocurría del mismo modo en que las ranas consiguen crecer oyendo el croar de su madre; o en que las matas de trébol otoñal florecen cuando oyen la voz del ciervo; o la tagua da brotes cuando oye tronar; o la granada florece cuando toma contacto con la roca.

Así las cosas, el rey Rinda había adquirido una inmensa recua de caballos blancos, que tenía a su cuidado. Y, puesto que los corceles sólo relinchaban cuando veían cisnes de su mismo color, el monarca se encargó de reunir y de cuidar una gran bandada de cisnes blancos. Esto no sólo daba paz y tranquilidad al Rey, sino que, además, hacía prosperar a sus cientos de oficiales y miles de lacayos. En las tierras de Rinda, llovía cuando era propicio, y los vientos soplaban en la estación correcta. Por todo ello, los demás países se inclinaban en señal de sumisión. Y así pasaron varios años de bonanza.

Hasta que un día, quizá por una mala medida de gobierno o porque al Rey se le agotaron los beneficios kármicos, todos esos miles y decenas de miles de cisnes blancos repentinamente desaparecieron, y los innumerables caballos blancos dejaron de relinchar. El Rey, al no poder oírlos, se consumió como una flor marchita o como la luna en un eclipse. Su tez fue perdiendo color, sus fuerzas menguaron, y hasta sus seis facultades sensoriales se tornaron débiles y confusas. Pronto quedó convertido en un anciano decrépito, al igual que su esposa, envejecida y achacosa. Los cientos de oficiales y los miles de lacayos sólo acertaban a lamentarse, sin saber qué hacer. El cielo se cubrió de nubes, la tierra tembló, y hubo fuertes vientos y sequías; cundieron el hambre y la peste, y se produjo tal mortandad que los cuerpos formaban montículos y las osamentas se apilaban como tejas. Como si no bastara con ello, el país fue atacado por otras naciones.

p.1031Entonces, a fuerza de cavilar qué hacer, el Rey concluyó que el único recurso era orar a los budas y a las deidades. En su reino, desde hacía tiempo, había seguidores de enseñanzas no budistas, que en muchas regiones del país eran numerosos. También había muchos que practicaban las enseñanzas del Buda y las consideraban un tesoro nacional. El Rey prometió aceptar las enseñanzas de cualquier grupo que lograra atraer de nuevo a los cisnes y hacer que los caballos relincharan; así pues, en primer lugar, invitó a los creyentes no budistas a demostrar la validez de sus enseñanzas. Pero, aunque estos se empeñaron durante varios días, no regresó un solo cisne blanco, y ni un caballo relinchó.

Entonces, el Rey ordenó a estos que cesaran de orar e invitó a los practicantes budistas a hacer su intento. Uno de ellos era un joven monje a quien llamaban bodhisattva Ashvaghosha o ‘Relincho de Caballo’. Llevado ante el Rey, el joven dijo:

—⁠¡Será muy fácil hacer relinchar a los caballos, si Su Majestad acepta abolir en el reino las doctrinas no budistas erróneas y se dedica a propagar las enseñanzas del Buda!

El Rey promulgó un edicto a tales efectos. Entonces, el bodhisattva Ashvaghosha oró a los budas de las tres existencias y de las diez direcciones, y de inmediato apareció un cisne blanco. Cuando los caballos lo vieron llegar, lanzaron un relincho al unísono, y esto bastó para que el Rey abriese los ojos; pero entonces se acercaron volando dos cisnes blancos, y luego cientos y miles, y su presencia hizo que cientos y miles de caballos blancos, inundados de súbita alegría, se pusieran a relinchar. La tez del monarca recobró el color, como el sol cuando emerge de un eclipse; y sus fuerzas físicas y sus facultades mentales fueron cientos y miles de veces más poderosas que antes. Grande fue el alborozo de la consorte; los grandes ministros y oficiales sintieron que el valor les volvía al cuerpo; los súbditos juntaron las palmas de las manos en señal de reverencia, y los países vecinos presentaron sus respetos inclinando la cabeza ante el Rey.

La situación del mundo actual no es muy diferente: el período de los siete reinados de deidades celestiales y los cinco reinados de deidades terrenales —⁠es decir, los primeros doce reinados de la historia japonesa⁠— corresponde al kalpa de formación. Tan grandes eran el poder y la buena fortuna acumulados en existencias anteriores por acatar los preceptos, que, aunque las personas de esa época no se esforzaban demasiado en pos del bien, el país era gobernado con acierto, y la población era longeva.

Luego llegó el período de los soberanos humanos. En los primeros veintinueve reinados, se fue debilitando el poder acumulado en existencias anteriores a raíz del cumplimiento de preceptos. El gobierno comenzó a administrarse en forma deficiente, y por primera vez el país fue víctima de las tres calamidades y los siete desastres. Pero en esa época se conocieron unos textos oriundos de la China donde se describía el gobierno de los Tres Soberanos y los Cinco Emperadores de la Antigüedad, y dichos textos se emplearon para rendir honor a los dioses, y superar las calamidades y desastres que asolaban la nación.

Cuando ascendió al trono el emperador Kimmei, trigésimo soberano humano, muy poco quedaba del poder acumulado en existencias pasadas por la buena fortuna y la observancia de los preceptos. Surgieron muchas personas con inclinación al mal; los buenos pensamientos se debilitaron, y prevalecieron las malas ideas. Tan ineficaces se volvieron las enseñanzas confucianas, y tan gravosas llegaron a ser las faltas cometidas por p.1032la gente, que los textos de Confucio cayeron en desuso, y la población se volcó a las escrituras budistas.

Por ejemplo, Moriya rindió tributo a numerosas deidades veneradas durante los siete reinados de deidades celestiales y los cinco reinados de deidades terrenales; oró para que las enseñanzas budistas no se propagaran y los textos confucianos fuesen honrados como antes. El príncipe Shotoku, por el contrario, adoptó como objeto de devoción al buda Shakyamuni, señor de las enseñanzas, y como escrituras, al Sutra del loto y los demás sutras. Ambos bandos pugnaron por prevalecer, pero, al final, las deidades fueron vencidas, el Buda triunfó, y, tal como había sucedido en la India y en la China, la que antaño había sido tierra de las deidades pasó a ser tierra de Buda. Entonces, comenzó a cumplirse el pasaje del sutra que anuncia: «Pero ahora, estos tres mundos son mis dominios».8

Durante unos veinte reinados o más, desde el emperador Kimmei hasta el emperador Kammu —⁠o sea, a lo largo de doscientos sesenta y tantos años⁠—, el Buda fue honrado como soberano, y las deidades, tratadas como ministros. Así se rigió la sociedad; sin embargo, aunque las escrituras budistas ocupaban un lugar superior, y las deidades estaban relegadas a una posición secundaria, el mundo no estaba bien gobernado.

Y la gente comenzó a preguntarse por qué. Entonces, durante el reinado del emperador Kammu, el gran maestro Dengyo se dedicó a reflexionar sobre el problema. «Las deidades han sido vencidas, y el Buda ha triunfado —⁠sostuvo este venerable⁠—. Se respeta al Buda como soberano, y a los dioses, como ministros; las relaciones entre lo superior y lo inferior guardan un orden correcto, de acuerdo con las reglas del decoro; por lo tanto, la nación debería estar bien gobernada. ¡Qué extraño, entonces, que haya tanto malestar en el país! Pensando en esto, me puse a examinar todos los sutras, y comprendí que, en verdad, todo esto obedecía a una razón.

»Se ha cometido un grave error con respecto a las enseñanzas budistas. En el conjunto de los sutras, el lugar del soberano debe ser ocupado por el Sutra del loto, y el lugar secundario de los ministros, lacayos o súbditos comunes debe asignarse a las demás escrituras, como el Sutra de la guirnalda de flores, el Sutra de la sabiduría mayor, el Sutra de los profundos secretos y los Sutras agama. Y sin embargo, la escuela Tres Tratados asevera que los Sutras de la sabiduría son superiores al Sutra del loto; la escuela Características del Dharma sostiene que el Sutra de los profundos secretos es superior al Sutra del loto; y la escuela Guirnalda de Flores afirma que el Sutra de la guirnalda de flores supera al Sutra del loto; la escuela Preceptos, por su parte, afirma ser madre de todas las demás escuelas. No existe un solo devoto del Sutra del loto; y, contrariamente a lo que cabría esperar, aquellos que lo leen y recitan son objeto de burlas y de menosprecio por parte de la población».9

El gran maestro Dengyo postuló que esto explicaba la furia de los cielos; y que por tal motivo, las deidades benevolentes que habrían podido proteger la nación casi no tenían poderes. Declaró además que, aunque las personas alababan el Sutra del loto, destruían su corazón.10

Al oír tales palabras, montaron en cólera los sacerdotes de los siete templos principales de Nara, de los quince grandes templos y de todos los templos y monasterios de montaña del Japón.

«¡Mahadeva de la India está entre nosotros! ¡Los sacerdotes taoístas de la China han aparecido en nuestro país! —⁠exclamaron⁠—. ¡Han adoptado la forma de este monje insignificante conocido como Saicho! Si alguno se cruza con él, ¡que le p.1033parta la cabeza en dos, que le arranque los brazos, lo golpee y lo maldiga!».

Pero como el emperador Kammu era un gobernante sabio, después de indagar percibió con agudeza la verdad de la cuestión y concluyó que las seis escuelas de Nara se equivocaban. Por primera vez, fundó un templo en el monte Hiei y lo designó sede central de la escuela Tendai del Loto. Además, fundó una plataforma de ordenación para los preceptos de la iluminación perfecta e inmediata, y declaró que la escuela del Loto era superior a las seis escuelas más antiguas vinculadas a los siete templos principales de Nara y a los quince grandes templos.

En efecto, las seis escuelas terminaron por ser vistas como simples enseñanzas preparatorias, para conducir a las personas al Sutra del loto. Fue como aquella instancia anterior cuando las deidades se retiraron ante el Buda y pasaron a ser guardianas del budismo. Algo parecido prevaleció en el Japón. Por primera vez, quedó claro en este país que, como dice el sutra: «¡[He predicado diversos sutras y (...) de todos ellos] el Sutra del loto es el primero!».11 Alguien que «puede exponer secretamente el Sutra del loto a una persona»12 es el enviado de El Que Así Llega, declara el sutra; y por primera vez, ese emisario apareció en este país. Y entonces, a lo largo de veinte años o más, durante los tres reinados de los emperadores Kammu, Heizei y Saga, en el país del Japón todos fueron practicantes del Sutra del loto.

Pero así como el nauseabundo árbol eranda crece en presencia del fragante sándalo, y así como Devadatta se relacionó con Shakyamuni, en la misma época en que vivió el gran maestro Dengyo surgió en el Japón un venerable conocido como el gran maestro KoboKobo viajó a la China, estudió el Sutra Mahavairochana y las enseñanzas de la escuela Palabra Verdadera; y luego retornó al Japón.

Mientras vivió el gran maestro DengyoKobo no defendió a ultranza su idea de que el Sutra Mahavairochana era superior al Sutra del loto. Pero, una vez fallecido Dengyo, el cuarto día del sexto mes, en el decimotercer año de la era Konin (822), al parecer Kobo decidió que había llegado el momento de hacerlo. Así pues, durante el decimocuarto año de la era Konin, el decimonoveno día del primer mes, el gran maestro Kobo redactó un documento en el cual adjudicaba el primer lugar a las enseñanzas de la Palabra Verdadera; el segundo lugar, a las enseñanzas del Sutra de la guirnalda de flores, y el tercer puesto, a las del Sutra del loto. También afirmó que el Sutra del loto era una doctrina formada por teorías pueriles, que el buda Shakyamuni habitaba en la región de las tinieblas, y que los seguidores de la escuela Tendai eran ladrones.

De ese modo, con el afán de engañar al emperador Saga, puso su propia escuela, Palabra Verdadera, al mismo nivel que las siete escuelas antiguas13 y aseguró que estas sólo constituían medios hábiles, en tanto que la escuela Palabra Verdadera representaba la verdad esencial.

Y durante el período siguiente, todos los habitantes a lo largo y a lo ancho del país se volvieron seguidores de la escuela Palabra Verdadera. Además, un discípulo del gran maestro Dengyo llamado Jikaku viajó a la China, donde estudió minuciosamente las doctrinas secretas de las escuelas T’ien-t’ai y Palabra Verdadera, antes de regresar al Japón. Escribió comentarios sobre dos obras, el Sutra de la corona de diamantes y el Sutra del susiddhikara, y fundó el templo Zento-in en el monte Hiei. En sus comentarios, afirmó que el Sutra Mahavairochana debía ocupar el primer lugar, y el Sutra del loto, el segundo; realizó otras innumerables afirmaciones erróneas, como Kobo había hecho antes. Es un asunto al que ya me he referido en cartas anteriores.

p.1034A este conspicuo maestro le siguió otro, el gran maestro Chisho, quien propagó sus enseñanzas desde un templo llamado Onjo-ji. En mi opinión, de todos los templos actuales, este es el que está causando el peor daño a la nación.

De los tres mil sacerdotes que albergaba el monte Hiei, algunos jamás habrían reconocido por sí mismos la superioridad de la escuela Palabra Verdadera, si Jikaku y Chisho no hubieran insistido en ese punto. Pero Jikaku, también conocido como gran maestro Ennin, impuso silencio a todos y los mantuvo engañados acallando toda oposición.

Por añadidura, el respaldo brindado por el soberano y sus ministros fue más rotundo, incluso, que en la época de Dengyo y de Kobo; fue así como el monte Hiei, los siete templos de Nara, y de hecho, todo el Japón se unieron para declarar que el Sutra del loto era inferior al Sutra Mahavairochana. En los diversos templos donde, antes, se había propagado el Sutra del loto comenzaron a difundirse las enseñanzas de la escuela Palabra Verdadera, que de ese modo fueron declaradas superiores al Sutra del loto.

Desde que se produjo esta situación, han transcurrido más de cuatrocientos años, en los cuales siguieron difundiéndose las opiniones erróneas; en su transcurso, han perdido el trono cinco soberanos del Japón,14 desde el octogésimo primero hasta el octogésimo quinto. Y puesto que el Camino budista ha caído en desgracia, también lo ha hecho el camino de los soberanos.

Además, la gran doctrina errónea conocida como Zen, y la errónea doctrina inferior llamada Nembutsu se han unido a la gran doctrina perversa de la escuela Palabra Verdadera, y ahora las tres juntas dominan todo el país. La Diosa del Sol, profundamente desanimada, ya no protege a quienes estaban a su cuidado; el gran bodhisattva Hachiman ha perdido poder y autoridad, y por eso tampoco custodia y defiende la nación. Al final, nuestro destino es ser presa de una potencia extranjera.

Así las cosas, yo, Nichiren, temeroso de la advertencia contra aquel que esté «traicionando la enseñanza del Buda»,15 y aquel que «caerá en el infierno junto a esas [malas personas]»,16 traté de informar al gobernante de la nación sobre esta situación general. Pero él, engañado por doctrinas erróneas, se niega a creerme e, incluso, se ha convertido en un enemigo mortal.

Este país está lleno de gente que quisiera eliminar el Sutra del loto, pero, por mucho que trato de explicarlo, nadie me entiende; por eso, todos siguen cometiendo errores a causa de su estupidez. Por si fuera poco, ahora que ha aparecido un devoto del Sutra del loto, el pueblo del Japón, en el colmo de la insensatez, se entrega a la ira, favorece las enseñanzas erróneas y dirige su odio a la enseñanza correcta. En un país donde imperan los tres venenos [codicia, odio y estupidez] en tal medida, ¿cómo puede haber paz y estabilidad?

En el kalpa de declinación, se producirán las tres grandes calamidades, que son las del fuego, el agua y el viento. Y en el kalpa de disminución, cundirán las tres calamidades menores: el hambre, la peste y la guerra. El hambre es producto de la codicia; la peste, resultado de la estupidez, y la guerra, consecuencia del odio.

La población actual del Japón está formada por cuatro millones novecientos noventa y cuatro mil ochocientos veintiocho hombres y mujeres; todos, personas diferentes, pero afectadas de igual modo por los tres venenos. Y esos tres venenos surgen a causa de la relación que las personas entablan con Nam-myoho-renge-kyo. Es decir que toda la población, en forma simultánea, intenta maldecir, atacar, expulsar y eliminar a Shakyamuni, a p.1035Muchos Tesoros y a los budas de las diez direcciones. Esto provoca la aparición de las tres calamidades menores.

Y ahora me pregunto qué karma de existencias pasadas ha hecho que Nichiren y sus allegados se conviertan en defensores del daimoku del Sutra del loto. Siento que hoy, BrahmaShakra, las deidades del Sol y de la Luna, los cuatro reyes celestiales, la Diosa del Sol, el gran bodhisattva Hachiman y todas las deidades mayores y menores de los tres mil ciento treinta y dos santuarios de todo el Japón son como el rey Rinda de la Antigüedad; que los caballos blancos son Nichiren, y los cisnes blancos, mis seguidores. El relincho de los caballos blancos es el sonido de nuestras voces que entonan Nam-myoho-renge-kyo. Cuando BrahmaShakra, las deidades del Sol y de la Luna, los cuatro reyes celestiales y las demás [funciones protectoras] oigan este sonido, ¿cómo pensar que no recobrarán su color saludable y que no irradiarán un brillante resplandor? ¿Cómo pensar que no nos protegerán y cuidarán? ¡Debemos creer firmemente que lo harán!

En el servicio recordatorio celebrado este tercer mes, usted donó muchas sartas de monedas. Gracias a ello, este año hemos podido mantener en este albergue de montaña a más de cien hombres, que ahora dedican el día entero a leer y recitar el Sutra del loto, y a analizar su doctrina. En esta última época de maldad, esto representa la forma suprema de práctica budista en todo el territorio de Jambudvipa. ¡Cuán felices estarán sus ancestros fallecidos! El buda Shakyamuni dijo que había que considerar Honrado por el Mundo a aquel que cumplía con sus obligaciones filiales. ¿No será usted ese Honrado por el Mundo?

Lo del difunto Acharya Daishin17 ha sido un asunto de lo más lamentable, sin duda alguna. Pero pensemos que lo sucedido servirá para extender más la propagación del Sutra del loto.

Si logro sobrevivir, hay muchas otras cosas que quisiera escribirle en alguna futura ocasión.


Nichiren


En el decimoséptimo día del octavo mes, segundo año de Koan (1279), signo cíclico tsuchinoto-u.

 

Respuesta a Soya Doso


Antecedentes


Nichiren Daishonin escribió esta carta en Minobu, en el octavo mes de 1279, a los cincuenta y ocho años. La dirigió a Soya Doso, hijo de Soya Kyoshin, líder de los creyentes de la provincia de Shimosa. Como dice la carta, en el tercer mes del mismo año, Doso había efectuado una importante donación monetaria al Daishonin, en ocasión de un servicio en memoria de los difuntos que este iba a celebrar. En esa época, Nichiren Daishonin vivía en una inhóspita región del monte Minobu. La donación de Doso había ayudado a mantener, ese año, a cien discípulos que practicaban junto a su maestro en Minobu; es muy posible, entonces, que Doso haya tenido una muy firme determinación de proteger y mantener al Daishonin.

Este comienza la carta refiriéndose a los dos sacos de arroz tostado que había recibido de su discípulo. En el período Kamakura (1185-1333), uno de los métodos de conservación más empleados era el tostado del arroz; de hecho, el arroz tostado era una provisión habitual durante los viajes. Al destacar que el arroz mantiene la vida, el Daishonin alaba la grandeza de los benefactores laicos que sustentan al devoto del Sutra del loto.

Luego emplea la metáfora de los cinco sabores y sostiene que los diversos sutras representan los cinco sabores, mientras que el Sutra del loto es el «amo que p.1036gobierna los cinco sabores». Los cinco sabores nutren la vida, explica, mientras que el Sutra del loto representa la vida en sí. El Daishonin revela, además, que el daimoku del Sutra del loto es el alma y el ojo de todos los sutras. La parábola del rey Rinda y sus caballos blancos le sirve para enseñar que las deidades benevolentes obtienen vitalidad y sustento de las voces de los habitantes que entonan el daimoku; ellas incrementan su poder y energía.

Continúa explicando que la creciente influencia de las escuelas budistas distorsionadas —⁠como Palabra Verdadera, Zen y Nembutsu⁠— ha hecho que las diversas funciones celestiales o «deidades» dejen de brindar protección. El hambre, la peste y la guerra son tres desastres que se desencadenan porque el pueblo del Japón, al practicar esas doctrinas, actúa contra la enseñanza correcta y contra Nichiren Daishonin, que es el devoto del Sutra del loto. Enseña que quienes entonan el daimoku deben hacerlo con la certeza de que siempre serán protegidos por las deidades benevolentes.

Luego agradece a Doso sus generosas contribuciones, que hicieron posible que muchos de sus seguidores se concentraran en la recitación y en el estudio del Sutra del loto. Puesto que esa forma de practicar el Sutra del loto constituye la manera más grandiosa de práctica budista en el Último Día de la Ley, el Daishonin dice que la generosidad de Doso ha de estar causando la felicidad de sus ancestros fallecidos. Y afirma que las acciones de Doso, por ende, representan la forma suprema de devoción filial.

Finalmente, cita una declaración de Shakyamuni que afirma que quien practica la devoción filial debe ser considerado un Honrado por el Mundo, y al respecto, elogia con fervor a Doso diciendo: «¿No será usted ese Honrado por el Mundo?».


Notas


1. Comentario sobre «Gran concentración e introspección». «Abrir lo provisional y revelar lo distante» se refiere a las dos doctrinas de «abrir lo provisional y revelar lo verdadero» y «abrir lo cercano y revelar lo distante» (véase el Glosario). El carácter chino myo significa no sólo «maravilloso», sino también «místico» e «insondable».

2. Ib.

3. «Abrir e incorporar los medios hábiles» significa incorporar las enseñanzas provisionales en la enseñanza del vehículo único de la Budeidad. Esta doctrina está contenida en el Sutra del loto. La enseñanza perfecta, que expone el concepto de lograr la Budeidad con la forma que cada uno posee, aparece tanto en las enseñanzas anteriores al Sutra del loto como en este último. Las enseñanzas anteriores al Sutra del loto, no obstante, mencionan este concepto sin ofrecer los principios necesarios para hacerlo realidad, mientras que el Sutra del loto, además de exponer tales principios, da ejemplos de seres que logran la Budeidad mediante su práctica.

4. La expresión «naturaleza sin aspecto», en este párrafo, se utiliza como sinónimo del verdadero aspecto de todos los fenómenos. El Sutra de los infinitos significados expresa: «Estos infinitos significados derivan de una sola Ley, y esta Ley carece de marcas. Lo que carece de marcas está libre de marcas y no las adquiere. A esta cualidad de no adquirir marcas y de no poseerlas se la denomina “verdadera marca” [es decir, el verdadero aspecto de todos los fenómenos]». El Daishonin define «el verdadero aspecto» como la Ley Mística.

5. Esta declaración aparece en el capítulo «Maestro de la Ley» del Sutra del loto.

6. Sutra del loto, cap. 2. Allí se lee: «El mismísimo Buda habita en este gran vehículo; adornado con el poder de la meditación y de la sabiduría que conlleva la Ley que él ha establecido, utiliza dicho gran vehículo para salvar a los seres vivos».

7. En la tradición china, el baku era una bestia imaginaria semejante a un tapir, que devoraba pesadillas; se ignora la fuente de ese baku que «se nutre de hierro».

8. Sutra del loto, cap. 3.

9. En realidad, esta cita es un resumen elaborado por el Daishonin, quien, basado en la obra de Dengyo, infiere lo que este habría podido decir.

10. Principios sobresalientes del «Sutra del loto».

p.103711. Sutra del loto, cap. 10.

12. Ib. El pasaje dice: «Si uno de estos buenos hombres y estas buenas mujeres, en la época posterior a mi muerte puede exponer secretamente el Sutra del loto a una persona, aunque sea una sola frase, debéis comprender que esa persona es el enviado de El Que Así Llega. Ha sido despachado por El Que Así Llega para llevar a cabo su labor».

13. Las siete escuelas antiguas indican las seis escuelas de Nara —⁠Tesoro del Análisis del Dharma, Establecimiento de la Verdad, Preceptos, Características del Dharma, Tres Tratados y Guirnalda de Flores⁠—, más la escuela Tendai.

14. Antoku, Gotoba, Tsuchimikado, Juntoku y Chukyo. Durante la batalla de Dannoura (1185), Antoku, un niño de apenas ocho años, murió ahogado en el mar, mientras los Taira sufrían su última derrota. En 1221, después de los disturbios de Jokyu, el sogunato de Kamakura exilió a los emperadores retirados Gotoba, Tsuchimikado y Juntoku, y depuso al emperador Chukyo.

15. Sutra del nirvana. El pasaje completo dice: «Si incluso un buen monje ve a alguien que está destruyendo la enseñanza y no le da importancia, no lo refuta, no lo expulsa o sanciona por su falta, debéis comprender que ese monje está traicionando la enseñanza del Buda».

16. Esta frase se halla en Sobre las prácticas pacíficas del «Sutra del loto», de Nan-yüeh, donde se lee: «Si un bodhisattva protegiera a las malas personas en lugar de reprenderlas [...] cuando su vida termine, caerá en el infierno junto a esas malas personas».

17. Daishin fue un discípulo del Daishonin, quizá allegado a la familia Soya. «Acharya» era un rango de la jerarquía sacerdotal.