En su carta, usted pregunta: «Me ha hablado de un objeto de devoción constituido por el buda Shakyamuni de la enseñanza esencial, que logró la iluminación en el remoto pasado, asistido por los cuatro bodhisattvas que irrumpieron de la tierra y han sido sus discípulos desde ese remoto pasado. Si esto es correcto, ¿cuándo se establecerá este objeto de devoción?».
Para responderle, han transcurrido más de dos mil años desde la muerte del Buda. Durante ese período, el budismo se ha diseminado por toda la tierra de Jambudvipa —en especial, en la India, la China y el Japón— hasta tal punto, que hay tantos monjes como plantas de cáñamo y de arroz, y doctrinas tan numerosas como bambúes o juncos. Sin embargo, ni un solo templo de estos tres países ha creado un objeto de devoción constituido por el buda Shakyamuni de la enseñanza esencial, escoltado por los bodhisattvas que son sus discípulos originales. Jamás se había oído hablar de algo así hasta ahora. Los que construyeron las decenas de miles de templos que hay en el Japón no saben que deberían haber tomado como objeto de devoción al señor de las enseñanzas y a sus asistentes de la enseñanza esencial. El príncipe Jogu fundó el Shitenno-ji, el primer templo budista del Japón, pero estableció como objeto de devoción una estatua del buda Amida escoltada por bodhisattvas como Percibir los Sonidos del Mundo, y mandó hacer imágenes de los cuatro reyes celestiales. El gran maestro Dengyo erigió el templo Enryaku-ji, pero entronizó como objeto de devoción una imagen del buda de la región oriental.1 No adoptó como tal al señor de las enseñanzas que había logrado la iluminación en el remoto pasado, ni a los asistentes que habían estado a su lado desde entonces. Jamás oí hablar de este objeto de devoción en ninguno de los siete templos principales de Nara, ni mucho menos en los templos rurales.
Ya que albergaba dudas con respecto a esta cuestión, he consultado pasajes del Sutra del loto; ellos revelan por qué este objeto de devoción no había aparecido hasta ahora. El sutra señala claramente que no se lo deberá establecer antes de la época predicha, que es el período de peleas y de disputas2 conocido como Último Día de la Ley. Los eruditos y maestros budistas que aparecieron en este mundo durante los días Primero p.1022y Medio de la Ley no establecieron este objeto de devoción porque respetaron la prohibición del Buda. De haber aparecido durante los días Primero y Medio de la Ley un objeto de devoción del buda Shakyamuni —señor de las enseñanzas, que logró la iluminación en el remoto pasado— y de sus asistentes, habría sido como si el sol asomara de noche o como si la luna brillara en horas diurnas. Como el bodhisattva Prácticas Superiores aparecería para establecer este objeto de devoción en los primeros quinientos años del Último Día, las cuatro clases de eruditos y de maestros3 que aparecieron en los días Primero y Medio ni siquiera lo describieron con palabras. Nagarjuna y Vasubandhu lo conocieron en su fuero interno, pero no hablaron de él a otras personas. El gran maestro T’ien-t’ai Chih-che también lo conoció, pero como él era un bodhisattva de la enseñanza teórica,4 lo enseñó de manera parcial, sin exponer su verdadero significado. Lo expuso en forma imprecisa, como el canto del cuclillo que uno escucha vagamente antes de despertar del sueño. Los demás maestros budistas no dijeron ni una sola palabra sobre él. Pues en el Pico del Águila, a los estudiosos y maestros que eran bodhisattvas de la enseñanza teórica y que nacerían durante los dos mil años de los días Primero y Medio de la Ley, el buda Shakyamuni les prohibió que, antes del Último Día de la Ley, revelasen, ni siquiera en forma indirecta, el más mínimo dato sobre el buda Shakyamuni de la enseñanza esencial que había logrado la iluminación en el remoto pasado, y sobre los cuatro Bodhisattvas de la Tierra encabezados por Prácticas Superiores, que lo acompañaron desde siempre.
Ahora que hemos entrado en el Último Día de la Ley, el objeto de devoción deberá estar constituido por el Buda original escoltado por sus asistentes originales, ya que, según las palabras de oro del Buda, este es el período más adecuado. Como nuestro tiempo coincide con la época predicha, pronto aparecerán los Bodhisattvas de la Tierra y establecerán el objeto de devoción de los cuatro bodhisattvas. Este es el tiempo propicio. Por eso el gran maestro T’ien-t’ai anheló esta era y dijo: «En el último período de quinientos años, el Camino místico se propagará y beneficiará a la humanidad hasta el lejano futuro»,5 y por eso el gran maestro Dengyo, con ansias de que llegara esta época, expresó: «Los días Primero y Medio ya casi han terminado, y el Último Día se aproxima. Esta, sin duda, es la época en que el vehículo único del Sutra del loto demostrará adecuarse perfectamente a la capacidad de todas las personas».6
Desde el punto de vista mundano, soy la persona más pobre del Japón, pero a la luz del budismo, soy el hombre más rico de todo Jambudvipa. Cuando considero que esto se debe a que el tiempo es propicio, la alegría me embarga y no puedo contener las lágrimas. Es imposible saldar mi deuda de gratitud con el buda Shakyamuni, señor de las enseñanzas. Tal vez hasta los beneficios de los veinticuatro sucesores del Buda sean inferiores a los míos, y ni siquiera los de grandes maestros como T’ien-t’ai Chih-che o Dengyo puedan compararse con los que he recibido yo. Y todo esto se debe a que esta es la época de establecer el objeto de devoción de los cuatro bodhisattvas.
Pregunta: ¿Puede citar algunos pasajes que demuestren que hay que tomar como objeto de devoción a los cuatro bodhisattvas?
Respuesta: En el capítulo «Irrumpir de la tierra» del Sutra del loto, leemos: «Entre estos bodhisattvas había cuatro adalides. El primero se llamaba Prácticas Superiores; el segundo, Prácticas Ilimitadas; p.1023el tercero, Prácticas Puras, y el cuarto, Prácticas Consolidadas».
Pregunta: ¿Hay alguna frase de los sutras que restrinja el establecimiento de este objeto de devoción al último período de quinientos años?
Respuesta: En el capítulo «Rey de la Medicina» se afirma: «Cuando yo haya pasado a la extinción, en el último período de quinientos años, debéis propagar [el Sutra del loto] en todas partes ampliamente, en todo Jambudvipa, y jamás dejar que se extinga».
Según usted también mencionaba en su carta, las personas vinculadas con Ota Jomyo al parecer dicen que la enseñanza teórica del Sutra del loto no puede, de ninguna manera, conducir a la iluminación. Están cometiendo un grave error. Recuerde lo siguiente sobre la enseñanza teórica y la enseñanza esencial del Sutra del loto: para juzgar cuál es superficial y cuál es profunda; cuál es superior y cuál es inferior; cuál es indulgente y cuál es severa; cuál es subordinada y cuál es primaria, hay que tener en cuenta la época y la capacidad de las personas. Hay tres períodos7 en los cuales deben propagarse las enseñanzas sagradas expuestas por el Buda a lo largo de toda su vida; la capacidad de las personas debe evaluarse en los mismos términos.
En los primeros quinientos años del Primer Día de la Ley, después de la muerte del Buda, sólo se propagaron las enseñanzas del Hinayana, mientras que en los quinientos años siguientes, lo hicieron las del Mahayana provisional. Los mil años del Día Medio de la Ley coincidieron con el auge de la enseñanza teórica. A comienzos del Último Día de la Ley, sólo se propaga la enseñanza esencial, pero aun así, la enseñanza teórica no debería descartarse. En ninguna parte del Sutra del loto hallamos indicación alguna de que debamos descartar los primeros catorce capítulos, que abarcan la enseñanza teórica. Cuando distinguimos entre las doctrinas teórica y esencial, basados en la triple clasificación de todo el conjunto de enseñanzas del Buda, [hallamos que] las enseñanzas previas al Sutra del loto deben darse a conocer en el Primer Día, y la enseñanza teórica, en el Día Medio; pero el Último Día es el período en que deberá propagarse la enseñanza esencial. En la época actual, lo primordial es la enseñanza esencial, y a ella deberá subordinarse la enseñanza teórica. Sin embargo, los que desechan esta última diciendo que no constituye el Camino de la iluminación, y creen sólo en la enseñanza esencial, todavía no han comprendido la doctrina de la verdadera intención de Nichiren, y la suya es una forma de pensar totalmente distorsionada.
Esta doctrina referida a la enseñanza teórica y a la enseñanza esencial no es mía [sino que fue expuesta por el Buda]. Aquellos que la distorsionen sólo podrán estar poseídos por el demonio celestial, por Papiyas, y en su caída hacia la gran ciudadela del infierno del sufrimiento incesante arrastrarán consigo a otras personas. ¡Qué necios son! Enseñe a otros esta doctrina con la misma claridad con que yo se la enseñé a usted durante estos muchos años. Todos los que digan ser mis discípulos y practiquen el Sutra del loto deberán practicarlo tal como lo hago yo. Si lo hacen, Shakyamuni, Muchos Tesoros, las manifestaciones corpóreas de Shakyamuni en las diez direcciones y las diez demonios los protegerán. Y sin embargo, pese a todo ello, [algunos relacionados con Ota Jomyo distorsionan la enseñanza]. No alcanzo a entender qué habrá en la mente de estas personas.
La muerte del sacerdote Nichigyo8 fue en verdad lamentable. He recitado el Sutra del loto y he entonado Nam-myoho-renge-kyo por él, aquí en Minobu, orando con sinceridad a Shakyamuni, a Muchos p.1024Tesoros y a los budas de las diez direcciones para que lo reciban en el Pico del Águila. Todavía no me he recuperado de mi enfermedad, así que esta carta será breve. Luego, volveré a escribirle.
Con mi profundo respeto,
Nichiren
En el decimoséptimo día del quinto mes, segundo año de Koan (1279).
Respuesta a Toki
Antecedentes
Esta carta fue escrita en Minobu a Toki Jonin, vasallo del señor feudal de Chiba, que era condestable de la provincia de Shimosa.
La primera parte del escrito se refiere a una pregunta que Toki Jonin había formulado, deseoso de saber cuándo sería establecido el objeto de devoción constituido por el buda Shakyamuni que logró la iluminación en el remoto pasado, escoltado por los cuatro bodhisattvas. El Daishonin se había referido a este objeto de respeto fundamental en su tratado El objeto de devoción para observar la vida, dirigido a Toki Jonin en el cuarto mes de 1273. Allí, lo describe del modo siguiente: «Myoho-renge-kyo ocupa el centro de la Torre; a su derecha e izquierda, sentados, aparecen los budas Shakyamuni y Muchos Tesoros, flanqueados, a su vez, por los cuatro bodhisattvas, seguidores de Shakyamuni y liderados por Prácticas Superiores» (págs. 386-387), y también afirma: «En ese momento, aparecerán los incontables Bodhisattvas de la Tierra y establecerán en este país el objeto de devoción, el más excelso de Jambudvipa, que representa al buda Shakyamuni de la enseñanza esencial asistiendo [al Buda eterno]» (pág. 397).
El objeto de devoción que describe el Daishonin en estas citas es el Gohonzon, en cuyo centro aparece Nam-myoho-renge-kyo, escoltado por los dos budas —Shakyamuni y Muchos Tesoros—, quienes, a su vez, están rodeados de los cuatro bodhisattvas. Sin embargo, en este escrito, Establecer como objeto de devoción a los cuatro bodhisattvas, el Daishonin se refiere al Gohonzon como «un objeto de devoción constituido por el buda Shakyamuni de la enseñanza esencial, que logró la iluminación en el remoto pasado, asistido por los cuatro bodhisattvas que irrumpieron de la tierra y que han sido sus discípulos desde ese remoto pasado».
A continuación, enseña que el Último Día de la Ley es la época propicia para establecer ese objeto de devoción, y que la persona capaz de inscribirlo aparecerá sin falta. Afirma que, desde el punto de vista del budismo, él es el hombre más rico del mundo. Y lo declara así en función del tiempo, ya que ha nacido exactamente en la época en que deberá establecerse el verdadero objeto de devoción.
En la última parte de la carta, responde a un informe que le había hecho llegar Toki, según el cual algunos de los creyentes vinculados a Ota Jomyo estaban diciendo que había que descartar la enseñanza teórica. Al parecer, estos practicantes creían que, como la enseñanza teórica no conducía a la iluminación en el Último Día, no había necesidad de recitar el capítulo «Medios hábiles». El Daishonin dice que se trata de un grave error de comprensión, pues el Sutra del loto jamás repudia el contenido de sus primeros catorce capítulos. Explica que las diversas enseñanzas concuerdan con diferentes períodos, y que los comienzos del Último Día representan la época en que deberá propagarse la enseñanza esencial. Pero esto, según aclara el Daishonin, no se refiere a los últimos catorce capítulos del Sutra del loto, sino a p.1025Nam-myoho-renge-kyo, esencia del capítulo «Duración de la vida». En esta carta indica con claridad que en la oración deben leerse los capítulos «Medios hábiles» y «Duración de la vida».
Notas
1. El buda de la región oriental es El Que Así Llega Maestro de la Medicina.
2. La «época predicha, que es el período de peleas y de disputas» se refiere al último período de quinientos años posterior a la muerte del buda Shakyamuni. En el Sutra de la gran compilación, el Buda dice: «Surgirán peleas y disputas entre los seguidores de mis enseñanzas, y la Ley pura se oscurecerá y se perderá». El período descrito corresponde a los inicios del Último Día de la Ley.
3. «Cuatro clases de eruditos y de maestros» se refiere a los líderes budistas que abrazaron y propagaron el budismo después de la muerte de Shakyamuni, y a quienes la gente recurría para ser guiada a la iluminación. Los estudiosos incluían a Nagarjuna y Vasubandhu; los maestros, a T’ien-t’ai y a Dengyo.
4. Se creía que T’ien-t’ai era la reencarnación del bodhisattva Rey de la Medicina, líder de los bodhisattvas instruidos por Shakyamuni en su condición de buda histórico, nacido en la India. A este bodhisattva se le confió la enseñanza teórica del Sutra del loto, pero no la enseñanza esencial, que revela la iluminación primigenia de Shakyamuni. T’ien-t’ai expuso la doctrina de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital, basado en la enseñanza teórica, que postula la iluminación inicial de Shakyamuni como un hecho acaecido en la India. No expuso la doctrina basada en la enseñanza esencial, es decir, la doctrina sobre la vida eternamente iluminada del Buda.
5. Palabras y frases del «Sutra del loto».
6. Ensayo sobre la protección del país.
7. Alusión a los días Primero, Medio y Último de la Ley. Son tres períodos consecutivos en los que se divide el tiempo a partir de la muerte de un buda.
8. Nichigyo fue un discípulo de Nichiren Daishonin más conocido con el nombre de Sammi-bo. Nacido en la provincia de Shimosa, poseía muchos conocimientos teóricos sobre el budismo, pero abandonó la fe cuando se produjo la persecución de Atsuhara. Falleció en forma intempestiva.