Nota de los editores.

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17 de febrero de 2024

Tomo 1 - Florecer y dar grano



Desde aquella vez, no he vuelto a tener noticias de ninguno de ustedes. Pero me alegró mucho saber que, en Kasagamori, habían leído los dos documentos1 que escribí en la era Kenji, en memoria del fallecido venerable Dozen-bo.

Cuando un árbol tiene profundas raíces, sus ramas y hojas nunca se marchitan. Cuando un manantial es inagotable, su curso no se seca jamás. Sin leña, el fuego se apaga; sin tierra, las plantas no crecen. Si hoy puedo ser el devoto del Sutra del loto y si se habla tanto de mí, en el buen y en el mal sentido, yo, Nichiren, se lo debo sólo a mi difunto maestro Dozen-bo. Nichiren es como la planta, y mi maestro, como la tierra.

Los Bodhisattvas de la Tierra tienen cuatro adalides. El sutra afirma: «El primero se llamaba Prácticas Superiores [...] y el cuarto, Prácticas Consolidadas».2 Si en el Último Día de la Ley aparece Prácticas SuperioresPrácticas Consolidadas tiene que hacerlo también.

La planta de arroz florece y da grano, pero su esencia permanece en la tierra. Por esta razón, el tallo puede volver a florecer y a dar grano. Los beneficios que Nichiren obtiene por propagar el Sutra del loto regresarán siempre a Dozen-bo. ¡Cuán sublime! Se dice que si un maestro posee un buen discípulo, el fruto de la Budeidad será para ambos, pero si aquel forja a un mal discípulo, los dos caerán en el infierno.

Si el mentor y el discípulo tienen distintos propósitos, nunca conseguirán nada. En otro momento, me extenderé más sobre este tema.

Siempre mantengan el diálogo para liberarse de los sufrimientos del nacimiento y la muerte, y alcanzar la tierra pura del Pico del Águila, donde cada uno coincidirá con el otro y los dos hablarán con un mismo pensamiento.

El sutra dice: «Ante la multitud, parecen estar contaminados por los tres venenos o abrazar ideas distorsionadas. De esa forma, mis discípulos utilizan medios conducentes para salvar a los seres vivos».3

Comprendan estos asuntos a la luz de lo que les he dicho hasta ahora.


Respetuosamente,


Nichiren


En el cuarto mes del primer año de Koan (1278), signo cíclico tsuchinoe-tora.

 

Joken-bo y a Gijo-bo


Antecedentes


Nichiren Daishonin envió este mensaje desde Minobu el cuarto mes de 1278, para el segundo servicio recordatorio en memoria del fallecido Dozen-bo. Este había sido su superior y maestro en el templo Seicho-ji, donde el Daishonin p.953había ingresado en el clero y estudiado bajo su tutela desde los doce años. La carta fue dirigida a Joken-bo y Gijo-bo, dos sacerdotes que habían sido superiores suyos en ese mismo templo.

Cuando Nichiren Daishonin dio a conocer por primera vez la enseñanza de Nam-myoho-renge-kyo en el Seicho-ji, en 1253, refutó rotundamente a la escuela Tierra Pura, que representaba el pensamiento dominante. Tojo Kagenobu, administrador de la localidad y ferviente seguidor de esta doctrina, se enfureció y ordenó el arresto del Daishonin, quien logró escapar gracias a la ayuda de Dozen-bo. Sin embargo, por miedo a la sanción de los demás, este siguió siendo sacerdote del templo Seicho-ji hasta el final de sus días. Pese a todo, el Daishonin nunca olvidó a su primer instructor.

En el séptimo mes de 1276, no bien supo que Dozen-bo había fallecido, escribió Saldar las deudas de gratitud para honrar su memoria y lo envió a Joken-bo y a Gijo-bo.


Notas


1. «Dos documentos» se refiere, aquí, a Saldar las deudas de gratitud, escrito en el segundo año de Kenji (1276) y a su carta de portada.

2. Sutra del loto, cap. 15

3. Ib., cap. 8. Nichiren Daishonin cita este pasaje para alentar a Joken-bo y a Gijo-bo a que transmitan su enseñanza en el templo Seicho-ji, donde estos seguían viviendo luego de haberse convertido en sus discípulos.