Nota de los editores.

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17 de febrero de 2024

Tomo 1 - Reseña sobre «La transferencia» y otros capítulos



He recibido su ofrenda de siete mil monedas. La esencia del capítulo «La transferencia» del Sutra del loto es la siguiente: el Buda [levantándose de su sitial en la Torre de los Tesoros] quedó de pie suspendido en el espacio y, para transferir el Sutra del loto, posó sus manos tres veces sobre las cabezas del bodhisattva Prácticas Superiores y sus seguidores; las de Manjushri y sus seguidores; las del gran Brahma, Shakra, las deidades del Sol y de la Luna, los cuatro reyes celestiales, los reyes dragones, las diez demonios y otros. Todos se habían congregado ante el Buda, apretados como gotas de rocío, atestando con su presencia cuatrocientos diez mil millones de nayutas de mundos, como la hierba en la llanura de Musashino1 o los árboles que cubren el monte Fuji. Se arrodillaron bien juntos, inclinaron el cuerpo hasta tocar con las cabezas el suelo, unieron sus palmas y sudaron a raudales. El buda Shakyamuni les acarició la cabeza, como una madre acaricia el cabello de su único hijo. Luego, Prácticas Superiores, las deidades del Sol y de la Luna, y los demás recibieron la orden auspiciosa del Buda y juraron propagar el Sutra del loto en la última época.

Con respecto al capítulo «Rey de la Medicina»,2 en el pasado, una bodhisattva de nombre Contemplada con Agrado3 aprendió el Sutra del loto del buda Virtud Brillante y Pura como el Sol y la Luna. Hondamente emocionado por el favor recibido de su maestro y por la nobleza del sutra, entregó la totalidad de sus preciosos tesoros como ofrenda. No satisfecho aún, se untó con aceite y quemó su cuerpo como ofrenda al Buda durante mil doscientos años, así como hoy quemamos aceite con una mecha encendida. Luego, en su existencia siguiente, hizo de sus brazos antorchas, que puso a arder durante setenta y dos mil años como ofrenda al Sutra del loto. De modo que si una mujer da ofrendas al Sutra del loto en este último período de quinientos años, los beneficios de ese bodhisattva le serán concedidos a ella en su totalidad, sin excepción, tal como un hombre rico transfiere toda su fortuna a su único hijo.

El capítulo «Sonido Maravilloso»4 habla de un bodhisattva de este mismo nombre que vivía en la tierra del buda Sabiduría del Rey de la Constelación de la Flor Pura, en la región oriental. En el pasado, durante la época del buda Rey del Sonido del Trueno Nebuloso, este bodhisattva fue conocido como la dama Virtud Pura, esposa del rey Adorno Maravilloso. Como en esa existencia la dama Virtud Pura hizo ofrendas al Sutra del loto, pudo renacer después con la identidad del bodhisattva Sonido Maravilloso.5 Cuando El Que Así p.955Llega Shakyamuni expuso el Sutra del loto en el mundo saha, ese bodhisattva vino a presenciar la ceremonia y juró proteger a aquellas mujeres que abrazaran el Sutra del loto en la última época.

El capítulo «Percibir los Sonidos del Mundo»6 también se conoce como «El pórtico universal». La primera parte describe el mérito de quienes depositan su fe en el bodhisattva Percibir los Sonidos del Mundo, cuyo nombre justamente aparece en el título del capítulo. La última parte expone el mérito de quienes abrazan el Sutra del loto [la enseñanza del pórtico universal] que proclama dicho bodhisattva; por eso, el capítulo también se denomina «El pórtico universal».

El capítulo «Dharani» describe la forma en que los dos venerables, las dos deidades celestiales y las diez demonios protegerán al devoto del Sutra del loto. Los dos venerables son Rey de la Medicina y Valeroso Dador; y las dos deidades celestiales son Vaishravana y Defensor de la Nación. Y el término «diez demonios» se refiere a las principales diez demonios hembras, madres de todos los demonios de los cuatro continentes. Ellas, a su vez, tienen por progenitora a la Madre de las Demonios.

Los demonios, por naturaleza, se alimentan de seres humanos. Los seres humanos están compuestos de treinta y seis elementos: excrementos, orina, saliva, carne, sangre, piel, hueso, cinco órganos internos sólidos,7 seis órganos internos vacíos,8 cabellos, vello, energía, vida, entre otros. Los demonios de capacidad inferior se alimentan de excrementos y de sustancias similares; los de capacidad intermedia comen huesos y materia afín, en tanto que los demonios de capacidad superior consumen la vitalidad humana. Las diez demonios pertenecen a esta última clase y subsisten devorando fuerza vital. Son poderosas funciones demoníacas que provocan epidemias.

Hay dos clases de demonios: benéficos y malignos. Los buenos consumen enemigos del Sutra del loto, mientras que los perniciosos se nutren de los devotos del sutra. ¿Cómo deberíamos interpretar las grandes epidemias que se han diseminado por todo el Japón este año y el año pasado? Desde un punto de vista, son obra de demonios benéficos, que devoran enemigos deSutra del loto con la aprobación de BrahmaShakra, las deidades del Sol y de la Luna, y los cuatro reyes celestiales. Sin embargo, desde otro punto de vista, son obra de demonios malignos que se alimentan de los practicantes del Sutra del loto a instancias del Rey Demonio del Sexto Cielo. Los demonios buenos que devoran a los detractores del Sutra del loto son como soldados del gobierno que castigan a los enemigos del soberano. Pero los demonios malvados que se alimentan de los devotos del Sutra del loto son como ladrones y salteadores nocturnos que asesinan a los soldados del gobierno.

Por ejemplo, cuando el budismo se introdujo en el Japón, cayeron víctimas de las epidemias el gran ministro Mononobe no Moriya y otros que se opusieron a su práctica; pero también enfermaron personas [que defendieron el budismo], como el gran ministro Soga no Umako.9 Hubo tres emperadores sucesivos —⁠Kimmei, Bidatsu y Yomei⁠— que, en su fuero interno, creyeron en el budismo y en Shakyamuni El Que Así Llega, pero, en su conducta pública, honraron los santuarios de la Diosa del Sol y de Kumano,10 fieles a los ritos tradicionales de la nación. Como su convicción en el budismo y en sus enseñanzas era débil, pero, en cambio, tuvieron firme fe en las deidades, los tres soberanos fueron dominados por la influencia más fuerte y sucumbieron a la epidemia de viruela.

A la luz de estos ejemplos, debería considerar con seriedad las dos clases de p.956demonios que he mencionado, y también, las causas por las cuales hoy cunden epidemias en la población, que, incluso, enferman y matan a algunos de mis seguidores. Cabe inferir, por un lado, que aquellos que consagran su vida a la fe no serán infectados, o que, si se contagian, lograrán recuperarse. Por otro lado, si caen bajo la influencia de grandes demonios malignos, pueden llegar a perder la vida. Se los podría comparar con Hatakeyama Shigetada,11 quien, no obstante ser el general más poderoso del Japón, acabó destruido por la superioridad numérica de sus enemigos.

Todos los maestros de la escuela Palabra Verdadera en el Japón se han convertido en entidades malignas, y el país es un hervidero de malas funciones demoníacas, que incitan a los sacerdotes del Zen y del Nembutsu a oponerse a Nichiren. Por otra parte, los seguidores [demonios benéficos] de BrahmaShakra, las deidades del Sol y de la Luna, y las diez demonios también han surgido como legiones dentro del Japón; y cada bando lucha con ferocidad para imponerse al otro.

Dado que las diez demonios juraron proteger a los devotos del Sutra del loto en general, uno podría suponer que deben proteger a todos los que abrazan el sutra. Pero incluso entre quienes lo proclaman, algunos son maestros de la escuela Palabra Verdadera, que lo leen y recitan pero sostienen la superioridad del Sutra Mahavairochana. Esas personas, en realidad, están denigrando el Sutra del loto. Y este mismo principio se puede aplicar a cualquier otra escuela [cuyos seguidores practiquen el Sutra del loto, pero crean en la superioridad de sus propios sutras].

Incluso entre los que abrazan el Sutra del loto tal como este indica, hay quienes rechazan al devoto del Sutra del loto, a causa de la codicia, el odio y la estupidez; también por cuestiones mundanas o por las diversas acciones que el devoto lleva a cabo. Aunque tales personas crean en el Sutra del loto, no obtendrán el beneficio de la fe; antes bien, recibirán una retribución negativa. Para explicarlo con más claridad: cuando un hijo desobedece a sus padres, está faltando a su deber filial, salvo que ellos tramen una rebelión. Aunque un padre haya poseído a la amada esposa de su hijo, aunque una madre haya quitado el marido a su propia hija, si el hijo o la hija se apartaran en lo más mínimo de sus deberes filiales, ambos crearían causas que los llevarían a ser abandonados por las funciones celestiales en esta existencia; además, los precipitarían en el infierno Avichi en la existencia siguiente. Más grave aún es ponerse en contra de un gobernante sabio, cuya jerarquía es superior a la de los padres. Y mucho más grave, entonces, es oponerse a un maestro secular, que es cien, mil, diez mil, un millón de veces superior a los padres o al soberano. ¡Cuánto más grave, pues, ha de ser actuar contra un maestro budista que ha renunciado al mundo secular, y cuánto más terrible aún, oponerse al maestro del Sutra del loto!

Se dice que el río Amarillo se vuelve transparente una sola vez en todo un milenio, y que sólo aparece un venerable cada mil años. Un buda aparece en el mundo una vez cada incontables kalpas. Sin embargo, aunque fuese posible encontrar a un buda, mucho más difícil sería encontrarse con el Sutra del loto. Pero aun pudiendo hallar el Sutra del loto, sería todavía más raro que una persona común de la última época conociera al devoto del Sutra del loto. Y la razón es que el devoto que expone el Sutra del loto en la última época supera [a los budas y a los bodhisattvas que aparecen en] los sutras de los períodos Guirnalda de Flores, Agama, Correcto e Igual, y de la Sabiduría, y supera a los mil p.957doscientos y más honorables12 del Sutra Mahavairochana y otros sutras, que no expusieron el Sutra del loto. El gran maestro Miao-lo afirma en su comentario: «Los que den ofrendas [a los practicantes del Sutra del loto] gozarán de una buena fortuna superior a los diez títulos honoríficos, pero a aquellos que los molesten o acosen, la cabeza se les partirá en siete pedazos».13

Las epidemias que la nación japonesa ha sufrido desde el año pasado y también las de la era Shoka (1257-1259)14 no han tenido precedente en los reinados de los noventa emperadores o más que han gobernado desde que comenzó la era imperial. Las calamidades parecen originarse en el hecho de que la gente detesta la presencia de un venerable en este país. A esto se alude, exactamente, cuando se dice que al perro que ladra a un león se le desgarran las entrañas, y que al asura que pretende tragarse el sol y la luna se le parte la cabeza. Dos tercios de toda la población del Japón ya han sido afectados por las epidemias, y la mitad de ellos ha perecido. Puede que el tercio restante no tenga afectado el cuerpo, pero sí, la mente. De manera visible o invisible, la cabeza de todos ellos se ha partido, con absoluta seguridad.

Hay cuatro clases de retribución negativa: general e individual; visible e invisible.15 Si la gente alberga rencor contra un venerable, la retribución general se extiende a todo el país, a los cuatro continentes, a los seis cielos del mundo del deseo y los cuatro cielos de la meditación. Cuando la enemistad está dirigida a un sabio, sólo sufren el castigo los que poseen dicha inclinación. Las epidemias que hoy arrasan el Japón son una retribución general. Con toda certeza, la gente tiene que haber sido hostil a un venerable que vive en este país. Cuando en una montaña hay una gema preciosa, sus plantas y árboles no se marchitan. Cuando un país alberga a un venerable, esa nación está a salvo de la ruina. Las personas ignorantes no advierten que las plantas y los árboles de una montaña no se marchitan gracias a la presencia de la gema. Ni tampoco comprenden que un país cae en la ruina a causa de la hostilidad con que trata a un venerable.

El sol y la luna irradian luz, pero esta no sirve de nada a los ciegos. ¿Qué provecho obtiene un sordo de las voces? Las personas del Japón son como gente ciega y sorda. ¡Qué inmenso sería el beneficio si alguien pudiera abrir esos ojos y oídos, para que los ojos vieran y los oídos oyeran! ¿Cómo imaginar siquiera un beneficio semejante? Pero yo digo, además, que aunque alguien tuviera un hijo dotado de vista y de oído, sin un maestro que lo instruyese, sus ojos y oídos serían meramente los de un animal.

De las diez direcciones, los japoneses aspiran al oeste.16 De todos los budas, veneran al buda Amida, y, de todas las prácticas, invocan el nombre de Amida. Algunos se basan en estos tres elementos aunque, a la par, llevan a cabo otras prácticas; mientras que otros se consagran con exclusividad al Nembutsu. En los más de veinte años transcurridos desde el quinto año de la era de Kencho (1253) hasta el presente, he esclarecido, en primer lugar, las enseñanzas que el Buda predicó durante toda su vida, desde el punto de vista de su mérito comparativo, su orden de prédica y su profundidad; y, sobre esa base, he afirmado que el daimoku del Sutra del loto era superior a la invocación del nombre del buda Amida. Y así y todo, nadie, desde el soberano hasta la gente común, ha tenido en cuenta mis palabras. Han interrogado sobre mí a sus maestros, han consultado a sus amos y han hablado con sus compañeros, esposas, hijos y vasallos; así, los rumores sobre mi persona se han propalado a cada provincia, distrito, aldea y p.958caserío; y han llegado, asimismo, a cada templo y santuario. Hoy todos conocen mi nombre y dicen que si uno compara el Sutra del loto con el Nembutsu, este último es superior, y que el Sutra del loto no puede competir con él; sostienen que otros sacerdotes son dignos de respeto, pero que yo soy despreciable. De modo que el gobernante me trata con hostilidad, el pueblo me odia, y todo el Japón se ha vuelto un gran enemigo del Sutra del loto y de su devoto. Pero si afirmo tales cosas, el pueblo japonés en general e incluso mis seguidores más ignorantes pensarán que estoy inventando mentiras infundadas para conseguir que me crean. Sin embargo, declaro todo esto en beneficio de los hombres y mujeres que creen en los principios del budismo, y dejaré que ellos juzguen por sí mismos.

El capítulo «El rey Adorno Maravilloso» del Sutra del loto se aplica especialmente a las mujeres, pues narra la forma en que una esposa alentó a su marido. De ese mismo modo, en esta última época, la esposa que conduzca a su marido a abrazar la fe obtendrá iguales beneficios que la dama Virtud Pura, aunque lleve otro nombre. ¡Cuánto más afortunado es su caso, ya que tanto usted como su marido tienen fe! Es como un pájaro que posee dos alas o un carro de dos ruedas. ¿Hay algo que ambos no puedan lograr? El sol brilla y la lluvia cae, porque existen el cielo y la tierra, el sol y la luna; así dan flor y fruto las plantas y los árboles de los beneficios.

A continuación, llegamos al capítulo «El aliento».17 Aunque entre los discípulos del buda Shakyamuni había muchos monjes, los que siempre iban a su lado eran Mahakashyapa y Ananda; uno a la derecha y otro a la izquierda, como los ministros de la Derecha y de la Izquierda que asisten al gobernante. Eso fue cuando el Buda expuso los sutras del Hinayana. Además, de los muchos e innumerables bodhisattvas, los que se destacaban como ministros de la Derecha y de la Izquierda del buda Shakyamuni eran Sabio Universal y Manjushri. Justamente por eso fue extraño que el bodhisattva Sabio Universal —⁠uno de los dos ministros de Shakyamuni⁠— hubiera estado ausente durante los ocho años en que se expuso el Sutra del loto, superior a todos los demás sutras que el Buda había predicado durante su vida, en la ceremonia que reunió a budas y bodhisattvas de las diez direcciones más numerosos que las partículas de polvo de la tierra. Sin embargo, cuando terminó el capítulo «El rey Adorno Maravilloso» y la prédica del Sutra del loto se acercaba a su fin, el bodhisattva Sabio Universal llegó retrasado pero a toda prisa, proveniente de la tierra del buda Rey Pureza de la Dignidad y la Virtud Alhajadas18 situada al este, marchando al son de diez mil millones de instrumentos musicales y al frente de un séquito interminable, formado por las ocho clases de seres no humanos. Tal vez temiendo el disgusto del Buda por su retraso, juró con expresión grave y actitud resuelta proteger a los devotos del Sutra del loto en la última época. El Buda, complacido sin duda por la extraordinaria sinceridad con que Sabio Universal había jurado propagar el Sutra del loto en todo el continente de Jambudvipa, lo alabó en ese mismo instante, e incluso con más calidez que a cualquier otro bodhisattva de rango superior que hubiese alentado hasta ese momento.

Es totalmente infrecuente que una mujer de la última época haya resuelto hacer ofrendas a cada uno de los veintiocho capítulos de este maravilloso Sutra del loto. En la ceremonia del capítulo «El surgimiento de la Torre de los Tesoros», se congregaron Los Que Así Llegan Muchos Tesoros y Shakyamuni, los budas de las diez direcciones y todos los p.959bodhisattvas. Cuando pienso dónde existe, hoy, el capítulo «La Torre de los Tesoros»,19 lo encuentro en el loto de ocho pétalos del corazón que guarda Nichinyo en su pecho. Es como la semilla de loto, que contiene la flor dentro de sí, o como una reina que lleva en el vientre al príncipe heredero. El que, habiendo observado los diez buenos preceptos, está destinado a nacer como príncipe heredero y espera ser dado a luz en el vientre de la reina, recibirá la protección de los dioses celestiales. Por eso, a los príncipes herederos se los llama «Hijos del Cielo». Cada uno de los sesenta y nueve mil trescientos ochenta y cuatro caracteres del Sutra del loto que hay en sus veintiocho capítulos es como un príncipe heredero y es la simiente de un buda.

Hay sombras en la oscuridad, pero no alcanzamos a verlas. Hay rutas en el cielo por donde vuelan las aves, pero los seres humanos no podemos distinguirlas. Hay senderos en el mar por donde nadan los peces, pero los hombres somos incapaces de reconocerlos. Todas las personas y las cosas de los cuatro continentes se reflejan en la luna sin la menor excepción, pero esto es invisible a los ojos humanos. Sin embargo, es posible verlos con el ojo celestial.20 De la misma manera, las personas comunes no pueden ver que el capítulo «La Torre de los Tesoros» existe en el cuerpo de Nichinyo; sin embargo, ShakyamuniMuchos Tesoros y los budas de las diez direcciones lo perciben. Y yo, Nichiren, también imagino que es así. ¡Qué encomiable!

El rey Wen de la dinastía Chou venció en combate, porque se ocupó de atender las necesidades de los ancianos. Durante los ochocientos años siguientes en que el trono estuvo en manos de sus treinta y siete sucesores, hubo algún esporádico error de gobierno, pero, en general, la dinastía Chou prosperó gracias a esa virtud fundamental. El rey Ajatashatru, hombre de extrema maldad, pudo mantenerse en el trono durante noventa años gracias al mérito de su padre, el rey Bimbisara, que había hecho ofrendas al Buda durante largo tiempo. El mismo principio tiene validez hoy. No creo que el régimen actual dure mucho en el gobierno, ya que se opone al Sutra del loto. Sin embargo, parece seguro por el momento, quizá debido al excelente liderazgo del difunto administrador actuante y del ex gobernador de Musashi,21 que adoptó la vida de sacerdote laico. No obstante, aun en este caso, si el gobierno actual continúa siendo hostil al Sutra del loto también acabará desplomándose. Los funcionarios gubernamentales se equivocan al pensar que los sacerdotes del Nembutsu tienen una actitud amistosa hacia el Sutra del loto, mientras que Nichiren es hostil al Nembutsu, y aseguran creer en ambas enseñanzas. Yo, Nichiren, digo a modo de refutación: si no existe nada esencialmente erróneo en el gobierno actual, ¿por qué se han desencadenado estas epidemias, hambrunas y guerras sin precedentes? ¿Por qué las autoridades, en dos ocasiones, han castigado con severidad al devoto del Sutra del loto sin permitirle enfrentarse a las demás escuelas en debate público? ¡Qué proceder lamentable y desafortunado!

Aun en tales circunstancias, usted, como mujer, ha heredado la vida del Sutra del loto. De hecho, ha heredado la vida de los padres de ShakyamuniMuchos Tesoros, y los budas de las diez direcciones.22 ¿Habrá alguien más, en toda la tierra de Jambudvipa, que posea tanta buena fortuna?


Con mi profundo respeto,


Nichiren


En el vigésimo quinto día del sexto mes.

 

Respuesta a Nichinyo


p.960Antecedentes


Nichiren Daishonin escribió esta carta en Minobu, el sexto mes del primer año de Koan (1278), y la dirigió a una mujer, Nichinyo, en respuesta a sus sinceras ofrendas. En el texto, el Daishonin reseña cada uno de los siete capítulos finales del Sutra del loto, desde el vigésimo segundo, «La transferencia», hasta el vigésimo octavo, «El aliento del bodhisattva Sabio Universal», y describe los beneficios de cada capítulo. A esto se debe el nombre de la carta.

En primer lugar, analiza el capítulo «La transferencia» e identifica la ceremonia de transferencia del Sutra del loto como el corazón de dicho capítulo. En el anterior, «Poderes sobrenaturales de El Que Así Llega», el buda Shakyamuni había transferido la esencia del sutra específicamente al bodhisattva Prácticas Superiores y a los demás Bodhisattvas de la Tierra. En «La transferencia», encomienda el Sutra del loto de manera general a todos los bodhisattvas presentes en la asamblea.

A continuación, el Daishonin resume los capítulos «Asuntos pasados del bodhisattva Rey de la Medicina», «El bodhisattva Sonido Maravilloso» y «El pórtico universal del bodhisattva Percibir los Sonidos del Mundo», y se refiere a los beneficios y a la protección que brindan los bodhisattvas Rey de la MedicinaSonido Maravilloso y Percibir los Sonidos del Mundo. Estos tres capítulos explican de qué manera esos bodhisattvas —⁠a quienes se había encomendado el Sutra del loto en el capítulo anterior⁠— propagarán las enseñanzas del Buda mientras manifiestan al máximo sus propios poderes y, de ese modo, salvan a las personas.

Luego, se refiere al capítulo vigésimo sexto, «Dharani», en que los bodhisattvas Rey de la Medicina y Valeroso Dador, los dos reyes celestiales Vaishravana y Defensor de la Nación, y las diez demonios juran proteger a los devotos del Sutra del loto que propagarán las enseñanzas del Buda en una futura era malvada. Aquí aclara las acciones de las dos clases de demonios, benéficos y malignos.

La última parte de esta carta trata sobre el capítulo vigésimo séptimo, «Asuntos pasados del rey Adorno Maravilloso», y el capítulo final, «El aliento del bodhisattva Sabio Universal». El primero de ellos cuenta que la dama Virtud Pura impulsó a su esposo, el rey Adorno Maravilloso, a depositar su fe en la enseñanza correcta. Puesto que Nichinyo y su esposo eran seguidores del Daishonin, este destaca cuán grandes son los beneficios que marido y mujer han obtenido al consagrarse juntos a la fe. El capítulo siguiente describe la protección del bodhisattva Sabio Universal, que juró salvaguardar el Sutra del loto y a sus seguidores después de la muerte del Buda.

Luego, alaba la fe de Nichinyo, ya que esta ha realizado una ofrenda a cada uno de los veintiocho capítulos del Sutra del loto. Declara que la Ceremonia en el Aire, que comienza en la mitad del capítulo «El surgimiento de la Torre de los Tesoros», se encuentra en el corazón de Nichinyo. El Daishonin plasmó en el objeto de devoción dicha Ceremonia en el Aire. El pasaje se corresponde con otro que figura en El verdadero aspecto del Gohonzon, también dirigido a Nichinyo un año antes, donde se afirma: «Jamás busque este Gohonzon fuera de usted misma. El Gohonzon existe sólo en la carne mortal de nosotros, las personas comunes que creemos en el Sutra del loto y entonamos Nam-myoho-renge-kyo» (pág. 873).


Notas


1. Amplia planicie que abarca hoy Tokio y la prefectura de Saitama.

p.9612. El título completo del capítulo es «Asuntos pasados del bodhisattva Rey de la Medicina».

3. La bodhisattva Contemplada con Agrado o Contemplada con Agrado por Todos los Seres fue una encarnación anterior del bodhisattva Rey de la Medicina.

4. El título completo del capítulo es «El bodhisattva Sonido Maravilloso».

5. En Palabras y frases del «Sutra del loto», T’ien-t’ai, al interpretar un pasaje del capítulo «El bodhisattva Sonido Maravilloso», explica que la dama Virtud Pura fue, en una existencia anterior, el bodhisattva Sonido Maravilloso.

6. El título completo del capítulo es «El pórtico universal del bodhisattva Percibir los Sonidos del Mundo».

7. Pulmones, corazón, bazo, hígado y riñones.

8. Intestino grueso, intestino delgado, vesícula biliar, estómago, vejiga y los «tres órganos». Según la antigua medicina china, estos «tres órganos» se consideran, de manera colectiva, como uno de los seis órganos internos vacíos. Uno está situado debajo del corazón y sobre el estómago, en tanto que otro se halla dentro del estómago. El tercero se encuentra sobre la vejiga.

9. De acuerdo con las crónicas antiguas, en el decimocuarto año del reinado del trigésimo primer emperador, Bidatsu (538-585), Soga no Umako construyó una pagoda para entronizar las reliquias del Buda. Cuando brotó una epidemia, Moriya la atribuyó a la ira de los dioses autóctonos por el culto a la nueva religión y mandó destruir la pagoda el primer día del tercer mes. Después de ese incidente, tanto el Emperador como Moriya y Umako cayeron víctimas de la epidemia. Sin embargo, los seguidores del budismo fueron triunfando sobre los grupos que se le oponían. Moriya perdió aliados y, finalmente, fue abatido en una refriega con los soldados de Umako en 587.

10. Los «santuarios de Kumano» fueron tres santuarios consagrados a deidades japonesas autóctonas. Estaban situados en un área llamada Kumano, que abarca parte de las actuales prefecturas de Wakayama y de Mie.

11. Hatakeyama Shigetada (1164-1205) fue un guerrero que ayudó a establecer el sogunato de Kamakura y gozó de la confianza del fundador, Minamoto no Yoritomo. Tras la muerte de Yoritomo, sin embargo, fue tratado con frialdad por Hojo Tokimasa, quien se convirtió en primer regente de Kamakura. En 1205, cuando Hatakeyama Shigeyasu, hijo de Shigetada, riñó con Hiraga Tomomasa, pariente del clan Hojo, Tokimasa acusó a Shigeyasu de traición y lo mandó matar. Entonces, Hojo Yoshitoki, hijo de Tokimasa, envió sus tropas contra la familia Hatakeyama. Shigetada resistió ferozmente, pero dada la superioridad numérica del enemigo, pereció en combate.

12. Los «mil doscientos y más honorables» son respetables budas, bodhisattvas y otros, inscritos en los dos mandalas del Reino de Diamante y del Reino de la Matriz.

13. Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”». El Daishonin invierte aquí el orden de la frase original, que comienza: «Quienes perturben u ocasionen inquietud...». Esa afirmación se refiere originalmente al Sutra del loto, pero Nichiren Daishonin la usa en el contexto para indicar al devoto del sutra. Los diez títulos honoríficos son los diez apelativos de un buda.

14. El Daishonin se refiere aquí a las epidemias que hubo en el tercer año de la era Shoka (1259). Fue entonces cuando el gobierno ordenó a los sacerdotes de diversas escuelas que elevaran plegarias, pero las epidemias siguieron asolando el país hasta el año siguiente, provocando una gran mortandad.

15. Retribución general es la que recibe el pueblo en su conjunto, en tanto que la retribución individual es la que afecta sólo al individuo. La retribución mediata es la que no se puede identificar de manera visible en el corto plazo, mientras que la retribución inmediata es la que se constata de manera clara y concisa.

16. Esto significa que ellos aspiran a renacer en la Tierra Pura occidental del buda Amida.

17. El título completo del capítulo es «El aliento del bodhisattva Sabio Universal».

18. En el capítulo «El aliento del bodhisattva Sabio Universal», se lo denomina buda Rey Superior a la Dignidad y la Virtud Alhajadas.

19. El capítulo «El surgimiento de la Torre de los Tesoros» indica aquí la Ceremonia en el Aire, que comienza en ese capítulo. El loto de ocho pétalos del corazón señala el lugar del corazón, los pulmones y otros órganos dentro de la cavidad torácica, que se consideraba semejante a un capullo de loto de ocho pétalos.

20. El ojo celestial es una de las cinco clases de visión. Denota la capacidad que tienen los seres celestiales de ver más allá de las limitaciones físicas de la oscuridad, la distancia o la obstrucción.

p.96221. «El difunto administrador actuante» y «el ex gobernador de Musashi» indican a Hojo Yoshitoki (1163-1224) y a Hojo Yasutoki (1183-1242), segundo y tercer regentes del gobierno de Kamakura, respectivamente. Durante el período entre 1219 y 1238, Yasutoki fue también gobernador de la provincia de Musashi.

22. «Padres» se refiere aquí al Sutra del loto, por el cual todos los budas logran la iluminación.